Arroz y frijoles con realidades muy distintas durante pandemia

El arroz y los frijoles, infaltables en la mesa de los costarricenses, viven una realidad muy distinta durante la pandemia, en relación con el consumo y el precio de ambos productos alimenticios.

En el caso del arroz, la pandemia del Covid-19 condujo a una demanda desmedida que aumentó las ventas del cereal durante marzo en un 52% respecto al promedio anual.

Esto obligó a aumentar las importaciones hasta 60 mil toneladas métricas entre junio y julio, para satisfacer la demanda local hasta diciembre.

En ese periodo desde marzo a julio, el arroz mantuvo su costo en ¢620 debido a la fijación de precios.

Si se compara con el mismo periodo del año pasado, el arroz tuvo un aumento de precio de ¢18, según datos suministrados por la Corporación Arrocera Nacional (Conarroz).

“El sistema de fijación de precios no ha hecho más que proteger el bolsillo de los costarricenses, porque si usted compara con 2010, el precio del arroz es ahora más barato, incluso diez años después”, acotó Isabel Quirós, directora ejecutiva de Conarroz.

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En tanto, los frijoles experimentaron durante la pandemia un freno en la disminución de su consumo, que venía cayendo desde hace años.

En los últimos 20 años el consumo de frijol se disminuyó a la mitad, al pasar 57 a 28 gramos al día, según un estudio de la Universidad de Costa Rica; sin embargo, durante la pandemia el consumo aumentó en 25 mil kilogramos sobre el promedio mensual.

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“Este comportamiento permite explicar el freno a la disminución de consumo de frijoles, mas no hablar de un aumento de consumo. Son cosas diferentes y, para afirmar la segunda, los números tendrían que ser muy contundentes en la cantidad de ventas”, explicó Mauricio Corrales, gerente de compras de Frijoles don Pedro.

El consumo se estabilizó, mas no así el precio, pues el Covid-19 ha dejado como consecuencia un frijol hasta un 10% más caro.

Un paquete de 800 gramos de frijol rojo ronda los ¢1.200 en los supermercados, más del doble que lo que cuesta un kilogramo de arroz.

“El comportamiento en el precio de ambos productos denota las diferencias entre un producto regulado y otro que no. El frijol libre no ha dejado más que pérdidas para los productores”, agregó Quirós.