Apertura y reducción de precios
| Miércoles 29 junio, 2011
Apertura y reducción de precios
Las aseguradoras privadas que ingresaron a nuestro mercado de seguros, mandaron lamentablemente una señal equivocada a los consumidores y terminaron sin la cuota de mercado pretendida. Y afirmo que la responsabilidad cae en las aseguradoras privadas porque son las que empezaron con la guerra de precios con el INS, empresa muy fuerte y con un músculo financiero a prueba de todo.
Los consumidores, acostumbrados a un contrato de adhesión donde solo aumentos de precios había, entendieron erróneamente que con la entrada de la competencia, los precios definitivamente iban para el suelo; sin hacer nada, ahora tenían mejores precios. Insisto en que la señal enviada es errónea; veamos por qué. La reducción de precios se dio en un solo producto: autos. El consumidor, que es inteligente; analizó que si esas dos empresas redujeron sensiblemente el precio del seguro de autos; que no obtendrían cuando ingresara la tercera empresa, que es la número 1 en su país de origen y que tiene el 54% del mercado de automóviles. Y se quedaron queditos con el INS mientras llega esa tercera.
Pero lamentablemente, la aseguradora estatal; ejerciendo su liderazgo, nos sacó de ese sueño y aumentó los precios del seguro de automóviles para los vehículos en los que las demás aseguradoras no entran, es decir, no hay quite, si quiero asegurar mi gajito, será a ese precio y con la aseguradora del Estado.
Lo mismo pasa con los seguros de daños, pero no se crea que usted puede negociar el seguro de su casita; este seguirá tal como está; es solo con los grandes riesgos. Doloroso pero real. Estimo que no va a suceder así con los otros productos. Por ejemplo, los seguros personales no se pueden bajar de precio tan alegremente; pues tienen un análisis del riesgo muy diferente; son muy sensibles. Posiblemente se logre con las pólizas colectivas, pero no a extremos del 50% o 55% como sucedió con los autos.
Igual sucederá con los seguros de vivienda; estos requieren un análisis de uno a uno también y por lo que se ve, no van a bajar de precio. Incluso los grandes riesgos, que hoy están recibiendo una mejor oferta de las aseguradora estatal, llegará un momento en que eso se detendrá, pues existe otro elemento que considerar y es el reaseguro; el cual no es tan flexible como se quiere y menos con los desastres naturales que ocurren en Estados Unidos, Japón, China y América del Sur entre otros. Su tendencia más bien, es a aumentar de precio.
Cuando todas las empresas estén debidamente instaladas y con todos sus productos en el mercado es cuando realmente estaremos en un mercado de sana competencia. Lo que sí no he visto y que es una costumbre en algunos países de América del Sur y Europa, es a negociar precios con clientes, POR CLIENTE Y NO POR PRODUCTO; es decir, aquellos clientes que manejan todos los seguros con una sola aseguradora; que tienen volúmenes de primas importantes anualmente y que además, tienen una excelente experiencia siniestral, serán definitivamente compensados por las empresas de seguros no con una reducción en las primas, sino con un descuento por paquete de riesgos.
Esto tiene una parte técnica de buen manejo de los riesgos por parte de los asegurados y un premio por parte de las aseguradoras. Y como no hay almuerzo gratis, es un asunto que conviene a estas últimas ya que por volumen de negocios y por buena experiencia, tienen un cliente agradecido y fiel.
Juan Carlos Díaz Solís
Jkonsult53@gmail.com
Las aseguradoras privadas que ingresaron a nuestro mercado de seguros, mandaron lamentablemente una señal equivocada a los consumidores y terminaron sin la cuota de mercado pretendida. Y afirmo que la responsabilidad cae en las aseguradoras privadas porque son las que empezaron con la guerra de precios con el INS, empresa muy fuerte y con un músculo financiero a prueba de todo.
Los consumidores, acostumbrados a un contrato de adhesión donde solo aumentos de precios había, entendieron erróneamente que con la entrada de la competencia, los precios definitivamente iban para el suelo; sin hacer nada, ahora tenían mejores precios. Insisto en que la señal enviada es errónea; veamos por qué. La reducción de precios se dio en un solo producto: autos. El consumidor, que es inteligente; analizó que si esas dos empresas redujeron sensiblemente el precio del seguro de autos; que no obtendrían cuando ingresara la tercera empresa, que es la número 1 en su país de origen y que tiene el 54% del mercado de automóviles. Y se quedaron queditos con el INS mientras llega esa tercera.
Pero lamentablemente, la aseguradora estatal; ejerciendo su liderazgo, nos sacó de ese sueño y aumentó los precios del seguro de automóviles para los vehículos en los que las demás aseguradoras no entran, es decir, no hay quite, si quiero asegurar mi gajito, será a ese precio y con la aseguradora del Estado.
Lo mismo pasa con los seguros de daños, pero no se crea que usted puede negociar el seguro de su casita; este seguirá tal como está; es solo con los grandes riesgos. Doloroso pero real. Estimo que no va a suceder así con los otros productos. Por ejemplo, los seguros personales no se pueden bajar de precio tan alegremente; pues tienen un análisis del riesgo muy diferente; son muy sensibles. Posiblemente se logre con las pólizas colectivas, pero no a extremos del 50% o 55% como sucedió con los autos.
Igual sucederá con los seguros de vivienda; estos requieren un análisis de uno a uno también y por lo que se ve, no van a bajar de precio. Incluso los grandes riesgos, que hoy están recibiendo una mejor oferta de las aseguradora estatal, llegará un momento en que eso se detendrá, pues existe otro elemento que considerar y es el reaseguro; el cual no es tan flexible como se quiere y menos con los desastres naturales que ocurren en Estados Unidos, Japón, China y América del Sur entre otros. Su tendencia más bien, es a aumentar de precio.
Cuando todas las empresas estén debidamente instaladas y con todos sus productos en el mercado es cuando realmente estaremos en un mercado de sana competencia. Lo que sí no he visto y que es una costumbre en algunos países de América del Sur y Europa, es a negociar precios con clientes, POR CLIENTE Y NO POR PRODUCTO; es decir, aquellos clientes que manejan todos los seguros con una sola aseguradora; que tienen volúmenes de primas importantes anualmente y que además, tienen una excelente experiencia siniestral, serán definitivamente compensados por las empresas de seguros no con una reducción en las primas, sino con un descuento por paquete de riesgos.
Esto tiene una parte técnica de buen manejo de los riesgos por parte de los asegurados y un premio por parte de las aseguradoras. Y como no hay almuerzo gratis, es un asunto que conviene a estas últimas ya que por volumen de negocios y por buena experiencia, tienen un cliente agradecido y fiel.
Juan Carlos Díaz Solís
Jkonsult53@gmail.com