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Populismo, manipulación y distractores sociales

Emilio Bruce ebjreproduccion@gmail.com | Viernes 06 noviembre, 2020


Sinceramente

Ofrecer a los electores lo que ellos desean, a sabiendas de que no se puede lograr en los plazos ni en la medida ofrecida, es y sigue siendo la gran herramienta de quienes buscan los votos de los ciudadanos cada cuatro años.

Manipular a los electores en cada elección se ha ido trasformando en una profesión para muchos. En Costa Rica como en otros países han surgido expertos en la psiquis nacional y en las herramientas para lograr que los costarricenses reaccionen en la dirección deseada por los manipuladores. Estos distractores sociales ahora se usan intensamente y con habilidad en casi todas las grandes decisiones políticas de país.

Los distractores sociales en consecuencia sirven como el capote en manos del torero para desviar la atención del verdadero objetivo, de lo serio, de lo grave, de lo que desean tapar los gobernantes y políticos de todos los ciudadanos. Cuando embiste el pueblo usan el capote y tratan de cornear lo que es inofensivo.

Así temas como el estado laico, el aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo, la pesca por arrastre, los bloqueos de carreteras, la infiltración torpe de policías en las manifestaciones, y una y mil cosas más, hasta la invocación de la Santa Virgen de los Ángeles han sido usados.

Los distractores que manipulan la atención del costarricense han generado el provecho político de desenfocarlos de los graves asuntos de una elección, de decisiones fiscales, del inminente empeoramiento de la crisis económica y fiscal, de la devastadora crisis cambiaria y de crédito que podría el país enfrentar.

La asistencia del presidente de la unión de Cámaras a una mesa de diálogo fue usada para que le despedazaran en medios, periódicos, televisoras y redes, pero acto seguido y sin la publicitación del caso anterior llamar a diálogo a los bloqueadores por lo que se vilipendió al señor Jenkins, es otro maravilloso ejemplo de distractores sociales y manipulación. Manipular y distraer socialmente a las gentes de los gravísimos problemas se llama este juego. Atizar el odio contra los empresarios para luego hacer lo que ellos habían hecho es un magistral capotazo. Dos o tres pájaros de un tiro.

Ofrecer lo inalcanzable, dividir la sociedad, usar temas relevantes relacionados con el alma nacional y usarlos como cortina de humo ya es una práctica casi cotidiana. ¿Hemos acaso llegado a apreciar la diferencia entre el capote del torero y el objetivo del toro? No, claro que no. Como el toro, los costarricenses arremetemos contra el capote y nos olvidamos del torero. ¿Hemos observado el fenómeno o herramienta utilizada? Sí, claro. Pero seguimos cayendo una y otra vez en la trampa de distraernos de lo trascendental para enfocarnos en lo accesorio.

Quienes han perfeccionado el uso de los distractores sociales y la manipulación del foco de atención de Costa Rica, quienes ofrecen y ofrecen y distraen a los costarricenses del huracán que se cierne sobre nosotros habrán de usarlos electoralmente en unos meses en vísperas de la elección de febrero de 2022.

En las elecciones buscarán tapar la destrucción económica con temas como estos. En las elecciones buscarán echar mano de religión y polarización para ocultar los problemas de supervivencia de los costarricenses. En los próximos comicios buscarán echar mano de cuanto ayude a desviar la atención y distraer a los costarricenses para evitar que los electores sancionen los enfoques de gobierno con los que muchos están en desacuerdo. Ya están comenzando a ensayar con algunos chivos expiatorios.

Populismo, manipulación, distractores sociales y un pueblo que ha resultado inmaduro ante estos fenómenos harán el milagro de elegir lo que no desean elegir pero que respaldarán abrumadoramente por los distractores sociales.

No hemos aprendido la lección y el empuje a los ciudadanos para que toda decisión social parta de imágenes, sentimientos y espejismos más que de razones, argumentos y soluciones a problemas, podría terminar imponiéndose una vez más. Todavía es tiempo para madurar y reflexionar.

Emilio R Bruce profesor




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