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NOTA DE TANO


Nota de Tano

Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Miércoles 16 mayo, 2012

Gaetano Pandolfo

Le restaba a la temporada como un mes, cuando Andrea Agnelli, presidente del Juventus, anunció en Turín que Alessandro del Piero, el “10” dejaba el equipo luego de 18 años de permanecer en la institución.

Analizándolo correctamente, el jerarca del club adornaba con bellas palabras el despido de su jugador insignia, porque Alessandro quería seguir. Tuvo la osadía de dar a entender que antes de esta campaña, Del Piero pidió continuar otro torneo más y ellos lo complacieron.

“Un aplauso para el capitán Del Piero, quien quiso quedarse con nosotros un año más, en la que será su última temporada con el equipo”, dijo Agnelli durante su discurso en la asamblea de accionistas del club. La noticia asombró a todos los aficionados del calcio, y los medios italianos de inmediato se hicieron eco del adiós al símbolo de la Juve.

El astro, que pronto cumplirá 37 años no jugará más en el equipo en el que milita desde 1993 y con el que ganó 11 títulos nacionales (12 con el último) y cuatro internacionales. Además, se marchará con el récord de mayor cantidad de encuentros disputados (677 juegos) y más goles anotados con la camiseta de la Vecchia Signora (284 tantos).

El anuncio del hijo de Gianni, rey del imperio automovilístico de la Fiat, dejó helados a los tifosi bianconeri. Agnelli habló de la economía del equipo, una de las razones por las que fue convocada la asamblea. “El balance 2010-2011 es intolerable, el peor de la historia de la Juve”, dijo el mandamás, quien mencionó la pérdida de 95,4 millones de euros, “un hueco que obliga a los socios a un sustancioso aumento de capital”.

No duden de que un recorte emergente de gastos se llevó al basurero el nuevo fichaje del Pinturicchio.

Del Piero, después de debutar en la Serie B jugando para el Padova en 1991, arribó al Juventus para comenzar una historia de amor que se profundizó con el tiempo y que ni un escandaloso descenso a la segunda categoría pudo quebrar. Con esa casaca, obtuvo desde la Champions League, Copa Intercontinental y Serie A, hasta el retorno a primera división en 2007, luego de consagrarse campeón del mundo con la selección italiana en Alemania 2006.

El futuro de Del Piero no se conoce.

“Estoy feliz, estoy bien de cabeza y de piernas y quiero seguir jugando, pero ya veré dónde”, dijo Del Piero.

Su sello quedará grabado para siempre en los tifosi bianconeri.


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