NOTA DE TANO

Nota de Tano

Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Martes 20 octubre, 2009

Hay equipos que exceden sus propias conquistas; que existen más allá de su máximo logro; nadie los olvida nunca; muchachos locos, pero de fútbol; dibujantes en la cancha de cosas imposibles.

En 1989, nacieron los “Carasucias” costarricenses, bautizados así por este periodista, tras la brillante participación en el Pre-Mundial Juvenil celebrado en Guatemala, donde en la final, golearon 3-0 a México y clasificaron a Costa Rica al Mundial en Arabia Saudita, una selección que tenía como capitán a Ronald González, el técnico que se consagró en Egipto al frente de la Sub 20, y que fue el primer futbolista juvenil en anotar un gol en un Mundial; se lo hizo al colombiano Oscar Córdoba, años después portero estrella del Boca Junior argentino.

Chicos jóvenes que enamoran a los aficionados por su desparpajo, atrevimiento, valentía…

Rebeldes y desgarbados.

Generación despierta que todavía tiene acné en la cara; toreros que llaman al toro; niños humildes que jugaron en sus barriadas con la cara sucia; pícaros y desenfadados.

Fútbol hecho amague, pisada, toque claro, pique corto, freno y cambio de dirección.

Esteban Alvarado; Cristian Gamboa, José Mena, Roy Smith, Bryan Oviedo, Carlos Hernández, David Guzmán, Daniel Varela, Diego Estrada, Marco Ureña, Diego Madrigal, Josué Martínez, hoy.

Paúl Mayorga, José Francisco Porras, Oscar Valverde, Orlando Sibaja, Ronald González, Austin Berry, Maximilian Peynado, Eusebio Montero, Ronald Chávez, Alexander Víquez, Juan Carlos Arguedas, Danilo Brenes, Eddy Picado, Henry Wood, Adrián Leandro y otros, ayer.

¡Carasucias!

Ayer fueron recibidos como héroes del deporte y se lo merecen; lo hecho por Ronald González y sus discípulos, trascendió y se hace difícil hallar un apelativo que amarre con justicia la hazaña.

Le preguntaron a González, luego de la dramática victoria lograda ante los Emiratos, que fue la que enrumbó al equipo a las semifinales frente a Brasil, si este grupo de jugadores que escribieron historia, eran un reflejo de la personalidad de su técnico y el “Carasucia”, respondió que sí.

“Entre los jugadores y el cuerpo técnico se dio muy buena química; hemos ido de la mano, lo que predico y lo que hacen; eso facilitó las cosas”.

Dejémoslos juntos; no los soltemos.

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