Limón enredó a la Liga
Cristian Williams cwilliams@larepublica.net | Lunes 13 agosto, 2012
Limón enredó a la Liga
El partido ante Limón, que en el papel pintaba como un jamón para Alajuelense, terminó siendo un pan con hormigas, imposible de digerir, y que finalizó con empate a cero.
Los porteños, que apenas sumaban un punto en el torneo, llegaron a dar lo mejor de sí, se plantaron ordenados, rompieron las líneas de los manudos y por poco se jalan una torta más grande.
Alajuelense, que pese a la gran pretemporada ya comienza a flaquear y a dejar puntos en casa, (ya suma dos empates), se enredó en el planteamiento que puso Luis Fernando Fallas, se quedó sin ideas y al final se debió conformar con un empate que deja sabor a derrota.
Y es que el argumento de los rojinegros, dirigencia y cuerpo técnico, de que les falta un delantero centro, pierde peso, cuando son incapaces de vencer en su casa a cuadros como Limón, al que ni siquiera superaron con claridad.
El sistema conservador de la Liga, que ya no sorprende, dejó pocas veces de cara a gol a Pablo Gabas, quien ahora juega más adelantado, y a Anderson Andrade, lo que denota que más que delanteros, lo que se requiere es generación de fútbol.
Para Limón el empate representó frenar la caída libre en la que iba, pese a sumar solo tres partidos, mientras que para Alajuelense, una decepción, para la afición que llegó a celebrar y salió frustrada.
Cristian Williams
cwilliams@larepublica.net
Los porteños, que apenas sumaban un punto en el torneo, llegaron a dar lo mejor de sí, se plantaron ordenados, rompieron las líneas de los manudos y por poco se jalan una torta más grande.
Alajuelense, que pese a la gran pretemporada ya comienza a flaquear y a dejar puntos en casa, (ya suma dos empates), se enredó en el planteamiento que puso Luis Fernando Fallas, se quedó sin ideas y al final se debió conformar con un empate que deja sabor a derrota.
Y es que el argumento de los rojinegros, dirigencia y cuerpo técnico, de que les falta un delantero centro, pierde peso, cuando son incapaces de vencer en su casa a cuadros como Limón, al que ni siquiera superaron con claridad.
El sistema conservador de la Liga, que ya no sorprende, dejó pocas veces de cara a gol a Pablo Gabas, quien ahora juega más adelantado, y a Anderson Andrade, lo que denota que más que delanteros, lo que se requiere es generación de fútbol.
Para Limón el empate representó frenar la caída libre en la que iba, pese a sumar solo tres partidos, mientras que para Alajuelense, una decepción, para la afición que llegó a celebrar y salió frustrada.
Cristian Williams
cwilliams@larepublica.net