La mosca en el vaso de leche
Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Jueves 13 octubre, 2022
Escribo esta Nota todos los días desde 1988. ¿Cuántas veces me habré equivocado? Muchísimas.
Desde que escribí la primera crónica en La Nación, año 1970, dije públicamente que soy seguidor de Liga Deportiva Alajuelense. Respeto a los colegas que, teniendo equipo, no lo dicen.
Digamos que se trabajó tranquilo muchos años, dando cobertura a decenas de juegos de los campeonatos, conociendo los lectores el color de mi equipo.
Pero, las redes sociales revolucionaron el entorno y el permitir a fanáticos anónimos incultos externar criterio, el conocer ellos mi color de club, ha provocado lógicamente un huracán de insultos y vulgaridades por las opiniones que externo y qué hacen relación a mi color deportivo.
Eso no me preocupa en absoluto, pero sí me causa enorme decepción, desazón, frustración y desesperanza, cómo los lectores de mi Nota en su inmensa mayoría, no saben interpretar las opiniones.
O no saben leer, o no la analizan completa, o les falta educación para entenderla, o su fanatismo hacia sus equipos los ciegan.
La inmensa mayoría solo observa la mosca hundida en el vaso de leche y entonces, de una opinión que puede estar errada pero tiene su contenido y su fondo, se fijan solo en el error y en lo malo.
Escribí una Nota sobre Keylor Navas y su situación como portero suplente del PSG, emití criterio pero me equivoqué en el monto de su salario. Todas las respuestas me señalaron el error y solo dos personas opinaron del fondo del asunto.
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El pasado martes analicé el planteamiento táctico de Fabian Coito en el clásico, dije que se equivocó al alinear como titulares a Ruiz y Suárez, alabé el trabajo de Leonel Moreira y lo que recibí en redes sociales, salvo la opinión de Renato Chávez Innecken, fue de nuevo el tsunami de insultos, ofensas, agresiones verbales fuertes, mucha basura, enfocada en que hay periodistas que queremos meter a la fuerza a Moreira en la lista mundialista. Solo un lector opinó, valga la redundancia, de mi opinión, quizá equivocada, del “error” de Coito que favoreció el juego del Saprissa.
Y todos los días lo mismo. Quedar a la espera de un comentario decente, inteligente, reflexivo, con conocimiento de causa, sobre el fondo de la Nota de Tano, para poder polemizar con altura, pero solo llega diariamente el ataque anónimo, sin fondo, agresivo, vulgar que prioriza el involuntario error, para, por esa equivocación, abrir la cloaca y soltar el nauseabundo olor.
gpandolfo@larepublica.net