Cumbre de Unsaur rodeada de tensión
| Viernes 28 agosto, 2009
Polémica por acuerdo militar entre Colombia y EE.UU. va en aumento
Cumbre de Unsaur rodeada de tensión
Mandatario venezolano adelantó que prepara la ruptura de las relaciones con Bogotá
Bogotá
EFE
A menos de 24 horas del inicio de la cumbre de la Unasur en Argentina, las posiciones se radicalizaron ayer aún más frente al convenio militar Bogotá-Washington, mientras que la preocupación peruana por un supuesto “acuerdo bajo la mesa” entre Chile y Bolivia quedó relegada a un futuro encuentro.
Con el convenio militar entre Estados Unidos y Colombia como tema central, los presidentes de los doce países de la Unasur se reunirán hoy en Bariloche, situada 1.650 kilómetros al sur de Buenos Aires, para conseguir del mandatario colombiano, Álvaro Uribe, garantías sobre su acuerdo con Washington.
Sin embargo, en la víspera de la cita, la discordia en las relaciones entre los Estados miembros del organismo regional se ha avivado por el cruce de declaraciones entre varios gobernantes.
Este acuerdo, que ha generado el rechazo de varios países de la región y sólo está pendiente de firma, permite el uso por parte de tropas estadounidenses de hasta siete bases militares en territorio colombiano.
En un mensaje a sus colegas de la Unasur publicado ayer por el diario argentino Página/12, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, admitió estar “real y profundamente preocupado por la situación de tensión con Colombia frente a la instalación de al menos siete bases militares” estadounidenses en ese país.
Este hecho, aseguró, “es parte de un plan político y militar orquestado para acabar con el proyecto de la Unión de Naciones Suramericanas, además de ser la más grande amenaza en este momento histórico para las infinitas riquezas” que yacen en el continente.
“El imperio norteamericano ha iniciado una contraofensiva”, que comenzó el 28 de junio pasado con el golpe de Estado en Honduras, ante “los avances progresistas y democráticos” en el continente, afirmó Chávez, para quien la cita en Bariloche estará centrada “solo” en el acuerdo militar de Colombia y Estados Unidos.
El mandatario venezolano, que ha adelantado que prepara la ruptura de las relaciones con Colombia, congeladas desde finales de julio, aseguró en días pasados que presentará en la cumbre un informe para desmontar “las mentiras” de Bogotá sobre el convenio castrense.
El Gobierno de Álvaro Uribe reiteró ayer que pedirá respeto a su soberanía en la cumbre de Unasur, que -dijo- debe abordar otros temas de interés para la región, como la carrera armamentista de algunos de sus vecinos -en clara alusión a Venezuela-, los acuerdos de cooperación extraregionales y el terrorismo.
“Colombia mantiene un absoluto respeto por la soberanía de otros países y exige lo mismo para nuestra nación”, señaló el ministro de Defensa, Gabriel Silva.
En Bolivia, el presidente Evo Morales insistió ayer en su propuesta de que, en caso de una falta de consenso en Bariloche, se celebre un referendo regional para consultar a las poblaciones si están o no de acuerdo con la presencia militar estadounidense en Colombia.
A su vez, el ministro boliviano de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, afirmó que en la cumbre se sabrá qué jefes de Estado “claudican” ante el “imperio” de Estados Unidos y quiénes defienden la soberanía del continente.
En la misma línea, el gobernante ecuatoriano, Rafael Correa, arremetió ayer desde Lima contra Colombia, al cuestionar su capacidad para controlar el uso que las tropas estadounidenses harán de las bases militares en su territorio.
“¿Cuándo los norteamericanos se han dejado controlar?”, dijo Correa, quien recordó que su país tuvo una base estadounidense durante una década (la base de Manta) y aún tiene “graves denuncias de una serie de actos que se están investigando”.
Pese a las declaraciones de Correa, su canciller, Fánder Falconí, intentó hoy bajar la tensión, al manifestar que Ecuador, que ejerce la presidencia temporal de la Unasur, asiste al cónclave de Bariloche con una voluntad conciliadora.
Ya esta semana Falconí había señalado que el organismo regional “no sentará” a Colombia “en el banquillo de los acusados” en el encuentro presidencial de mañana.
Mientras Venezuela, Ecuador y Bolivia rechazan tajantemente el acuerdo entre Colombia y Estados Unidos, otras naciones han manifestado su preocupación, pero también su respeto a la soberanía de las decisiones colombianas. En esta línea se enmarcan Argentina, Chile y Paraguay.
El gobernante brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, también preocupado por el convenio militar, está a favor de un “diálogo franco” sobre el tema y del fortalecimiento del Consejo de Defensa de la Unasur para que contribuya a la resolución de este tipo de tensiones.
El presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, también propuso ayer que el polémico acuerdo militar sea debatido en la comisión de Defensa del grupo.
Cumbre de Unsaur rodeada de tensión
Mandatario venezolano adelantó que prepara la ruptura de las relaciones con Bogotá
Bogotá
EFE
A menos de 24 horas del inicio de la cumbre de la Unasur en Argentina, las posiciones se radicalizaron ayer aún más frente al convenio militar Bogotá-Washington, mientras que la preocupación peruana por un supuesto “acuerdo bajo la mesa” entre Chile y Bolivia quedó relegada a un futuro encuentro.
Con el convenio militar entre Estados Unidos y Colombia como tema central, los presidentes de los doce países de la Unasur se reunirán hoy en Bariloche, situada 1.650 kilómetros al sur de Buenos Aires, para conseguir del mandatario colombiano, Álvaro Uribe, garantías sobre su acuerdo con Washington.
Sin embargo, en la víspera de la cita, la discordia en las relaciones entre los Estados miembros del organismo regional se ha avivado por el cruce de declaraciones entre varios gobernantes.
Este acuerdo, que ha generado el rechazo de varios países de la región y sólo está pendiente de firma, permite el uso por parte de tropas estadounidenses de hasta siete bases militares en territorio colombiano.
En un mensaje a sus colegas de la Unasur publicado ayer por el diario argentino Página/12, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, admitió estar “real y profundamente preocupado por la situación de tensión con Colombia frente a la instalación de al menos siete bases militares” estadounidenses en ese país.
Este hecho, aseguró, “es parte de un plan político y militar orquestado para acabar con el proyecto de la Unión de Naciones Suramericanas, además de ser la más grande amenaza en este momento histórico para las infinitas riquezas” que yacen en el continente.
“El imperio norteamericano ha iniciado una contraofensiva”, que comenzó el 28 de junio pasado con el golpe de Estado en Honduras, ante “los avances progresistas y democráticos” en el continente, afirmó Chávez, para quien la cita en Bariloche estará centrada “solo” en el acuerdo militar de Colombia y Estados Unidos.
El mandatario venezolano, que ha adelantado que prepara la ruptura de las relaciones con Colombia, congeladas desde finales de julio, aseguró en días pasados que presentará en la cumbre un informe para desmontar “las mentiras” de Bogotá sobre el convenio castrense.
El Gobierno de Álvaro Uribe reiteró ayer que pedirá respeto a su soberanía en la cumbre de Unasur, que -dijo- debe abordar otros temas de interés para la región, como la carrera armamentista de algunos de sus vecinos -en clara alusión a Venezuela-, los acuerdos de cooperación extraregionales y el terrorismo.
“Colombia mantiene un absoluto respeto por la soberanía de otros países y exige lo mismo para nuestra nación”, señaló el ministro de Defensa, Gabriel Silva.
En Bolivia, el presidente Evo Morales insistió ayer en su propuesta de que, en caso de una falta de consenso en Bariloche, se celebre un referendo regional para consultar a las poblaciones si están o no de acuerdo con la presencia militar estadounidense en Colombia.
A su vez, el ministro boliviano de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, afirmó que en la cumbre se sabrá qué jefes de Estado “claudican” ante el “imperio” de Estados Unidos y quiénes defienden la soberanía del continente.
En la misma línea, el gobernante ecuatoriano, Rafael Correa, arremetió ayer desde Lima contra Colombia, al cuestionar su capacidad para controlar el uso que las tropas estadounidenses harán de las bases militares en su territorio.
“¿Cuándo los norteamericanos se han dejado controlar?”, dijo Correa, quien recordó que su país tuvo una base estadounidense durante una década (la base de Manta) y aún tiene “graves denuncias de una serie de actos que se están investigando”.
Pese a las declaraciones de Correa, su canciller, Fánder Falconí, intentó hoy bajar la tensión, al manifestar que Ecuador, que ejerce la presidencia temporal de la Unasur, asiste al cónclave de Bariloche con una voluntad conciliadora.
Ya esta semana Falconí había señalado que el organismo regional “no sentará” a Colombia “en el banquillo de los acusados” en el encuentro presidencial de mañana.
Mientras Venezuela, Ecuador y Bolivia rechazan tajantemente el acuerdo entre Colombia y Estados Unidos, otras naciones han manifestado su preocupación, pero también su respeto a la soberanía de las decisiones colombianas. En esta línea se enmarcan Argentina, Chile y Paraguay.
El gobernante brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, también preocupado por el convenio militar, está a favor de un “diálogo franco” sobre el tema y del fortalecimiento del Consejo de Defensa de la Unasur para que contribuya a la resolución de este tipo de tensiones.
El presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, también propuso ayer que el polémico acuerdo militar sea debatido en la comisión de Defensa del grupo.