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FORO DE LECTORES


Cuba, bloqueo y libre comercio

| Viernes 26 octubre, 2007


Cuba, bloqueo y libre comercio

La lucha contra el bloqueo de Estados Unidos y nuestra posición sobre el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) han sido presentadas en no pocas ocasiones como contradictorias y muestra de una supuesta doble moral. Preferimos pensar que ha sido por desconocimiento.
El bloqueo contra Cuba comenzó oficialmente mediante la orden ejecutiva del 7 de febrero de 1962 firmada por Kennedy. En casi medio siglo se le han incluido numerosas disposiciones cuya cúspide fue alcanzada con las leyes Torricelli de 1992; Helms-Burton de 1996 y el Plan Bush de 2004 actualizado en julio de 2006. Ahora el presidente Bush anuncia “nuevas medidas”. Aunque el propósito del bloqueo es derrocar nuestro gobierno y sistema, por su carácter extraterritorial, afecta también a terceros países. No por gusto la primera resolución contra el bloqueo aprobada en la ONU en 1992 contó con el voto favorable de 59 países y la última de 2006 con 153, lo que revela que Estados Unidos se ha quedado aislado en esa política genocida.
El bloqueo además perjudica también al pueblo norteamericano; a la mayoría de la comunidad cubana residente en ese país; es ilegal; inmoral; violatorio del derecho internacional y califica como genocidio y acto de guerra según las convenciones de Ginebra.
La batalla principal contra el bloqueo la ha dado el pueblo cubano al cual le corresponde el mérito de haberlo resistido y derrotado durante 48 años y demostrar al mundo que se puede vivir con dignidad sin someterse a la potencia imperial. En otras palabras, nuestra lucha contra el bloqueo es también por que prevalezcan los principios de la autodeterminación; no intervención; soberanía e independencia de los pueblos.
Esto no contradice nuestra posición sobre el ALCA. Cuba no se opone a libre comercio si fuera libre de verdad. Nuestro país adversa las políticas que bajo el pretexto del libre comercio, pretenden imponer a nuestros pueblos condiciones leoninas en el comercio mientras los países ricos mantienen los subsidios y otras medidas no arancelarias que ponen en desventaja a nuestros productores.
En esa batalla Cuba no está sola. Brasil ha sido crítico de los subsidios de Estados Unidos y los países desarrollados y da batalla en la OMC. Hace 35 años ante la Tercera Conferencia de la UNCTAD en Santiago de Chile, el entonces Presidente de México reclamó para nuestros países “libre disposición de los recursos naturales; respeto irrestricto del derecho que cada pueblo tiene a adoptar la estructura económica que le convenga (…); renuncia al empleo de instrumentos y presiones económicas para reducir la soberanía política de los Estados; supeditación del capital extranjero a las leyes del país al que acuda; (…); abolición de las prácticas comerciales que discriminan las exportaciones de los países no industrializados; (…); acuerdos que garanticen la estabilidad y el precio justo de los productos básicos; amplia y adecuada transmisión de los avances tecnológicos y científicos, (…); mayores recursos para el financiamiento del desarrollo, a largo plazo, bajo tipo de interés y sin ataduras”.
Lo que sí es muestra de la mayor demagogia, cinismo y doble moral es que un país como Estados Unidos abogue por el libre comercio y al mismo tiempo desoiga los reclamos de la comunidad internacional y pretenda rendir por hambre a un pueblo con el único propósito de derrocar el sistema político económico y social que este se ha dado por su libre voluntad en pleno ejercicio de su derecho a la autodeterminación.

Jorge Rodríguez Hernández
Cónsul General de la República de Cuba
Pasaporte 247791






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