CNE perdió colchones y alimentos en incendio
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Sábado 10 enero, 2009
Chispa de soldadura habría provocado el siniestro
CNE perdió colchones y alimentos en incendio
Bodega incendiada es la principal de tres zonas de almacenamiento que tiene la Comisión
Yessenia Garita
ygarita@larepublica.net
Al menos 3 mil colchones, alimentos para los afectados por el terremoto y otros materiales utilizados para la atención de las emergencias ardieron ayer en el incendio que destruyó una de las bodegas de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
Las autoridades de la Comisión indicaron que las pérdidas en la bodega, de unos 1.500 metros cuadrados, fueron totales. El monto a que ascienden los daños no fue determinado.
“En esa bodega estaban almacenados alimentos, diarios de comidas, pichingas de agua, unas 3 mil espumas y cobijas”, dijo Daniel Gallardo, presidente de la CNE.
El incendio se habría iniciado cuando una chispa generada por los trabajos con una máquina de soldar, cayó sobre un colchón, que es un material altamente inflamable.
“Es lamentable lo que sucedió sobre todo en un momento en que se está atendiendo una emergencia, pero lo material se puede recuperar”, explicó Gallardo.
En el momento del incendio estaban reunidos representantes de los organismos de socorro con Oscar Arias, presidente de la República, y varios ministros, analizando las medidas que se han de tomar para enfrentar la emergencia provocada por el terremoto de 6,2 grados en la escala de Richter que estremeció el territorio nacional el jueves a la 1.21 p.m.
Tanto el mandatario como su comitiva abandonaron el lugar de la reunión de inmediato.
La bodega incendiada es la principal de tres zonas de almacenamiento que tiene la Comisión, ubicadas contiguo al Aeropuerto Tobías Bolaños, que sirve de base para los helicópteros que trabajan en labores de rescate de las víctimas del terremoto.
Personal del Cuerpo de Bomberos y de la Cruz Roja lograron atender y controlar la emergencia, mientras que se suspendió durante unas horas el uso del aeropuerto, debido a las constantes columnas de humo, que impedían el sobrevuelo en la zona.
CNE perdió colchones y alimentos en incendio
Bodega incendiada es la principal de tres zonas de almacenamiento que tiene la Comisión
Yessenia Garita
ygarita@larepublica.net
Al menos 3 mil colchones, alimentos para los afectados por el terremoto y otros materiales utilizados para la atención de las emergencias ardieron ayer en el incendio que destruyó una de las bodegas de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
Las autoridades de la Comisión indicaron que las pérdidas en la bodega, de unos 1.500 metros cuadrados, fueron totales. El monto a que ascienden los daños no fue determinado.
“En esa bodega estaban almacenados alimentos, diarios de comidas, pichingas de agua, unas 3 mil espumas y cobijas”, dijo Daniel Gallardo, presidente de la CNE.
El incendio se habría iniciado cuando una chispa generada por los trabajos con una máquina de soldar, cayó sobre un colchón, que es un material altamente inflamable.
“Es lamentable lo que sucedió sobre todo en un momento en que se está atendiendo una emergencia, pero lo material se puede recuperar”, explicó Gallardo.
En el momento del incendio estaban reunidos representantes de los organismos de socorro con Oscar Arias, presidente de la República, y varios ministros, analizando las medidas que se han de tomar para enfrentar la emergencia provocada por el terremoto de 6,2 grados en la escala de Richter que estremeció el territorio nacional el jueves a la 1.21 p.m.
Tanto el mandatario como su comitiva abandonaron el lugar de la reunión de inmediato.
La bodega incendiada es la principal de tres zonas de almacenamiento que tiene la Comisión, ubicadas contiguo al Aeropuerto Tobías Bolaños, que sirve de base para los helicópteros que trabajan en labores de rescate de las víctimas del terremoto.
Personal del Cuerpo de Bomberos y de la Cruz Roja lograron atender y controlar la emergencia, mientras que se suspendió durante unas horas el uso del aeropuerto, debido a las constantes columnas de humo, que impedían el sobrevuelo en la zona.