Carisma y contradicciones
| Jueves 08 mayo, 2008
Carisma y contradicciones
• Robert Downey Jr. parece haber nacido para actuar como magnate convertido en superhéroe
Iron Man – El hombre de hierro
(Iron Man)
Dirección: Jon Favreau. Reparto: Robert Downey Jr., Gwyneth Paltrow, Jeff Bridges, Terrence Howard. Duración: 2.06. Origen: EE.UU. 2008. Calificación: 7.
El personaje de “Iron Man” nació en marzo de 1963, cuando apareció en el número 39 de la revista “Cuentos de suspenso”. El creador de este popular superhéroe de los cómics, es el volcánico Stan Lee, el mismo de “El Hombre Araña”, “Hulk” y “Los Cuatro Fantásticos”, entre muchos otros.
Colaborando con el guionista Larry Lieber y los dibujantes Dan Hicks y Jack Kirby, Lee ideó su propia variación de la figura de “Batman”. Al igual que Bruno Díaz, Tony Stark es un galán multimillonario. No tiene poderes especiales, pero posee una gran inteligencia y recursos económicos ilimitados. Juntando ambas ventajas, él se convierte en un invencible paladín enmascarado.
Hasta aquí llegan las similitudes con Batman; existen también muchas diferencias. Las características propias son ilustradas en “Iron Man”, primer capítulo de lo que podría ser una larga y próspera franquicia cinematográfica.
Algunos leves ajustes han sido suficientes para actualizar la trama y refrescar su contenido, otorgándole una apariencia contemporánea. El magnate Tony Stark es dueño de una lucrativa fábrica de armamentos. Mientras está en Afganistán efectuando una demostración de su último producto, Stark es víctima de un atentado y cae prisionero de algunos insurgentes.
Cuando los secuestradores lo obligan a construir una cohete letal, Stark finge aceptar. En realidad, diseña una poderosa armadura, que luego utiliza para escapar. La experiencia cambia por completo al hombre, quien decide suspender sus negocios habituales y dedicarse a perfeccionar la armadura, asumiendo la identidad de un defensor de la justicia.
El argumento es sólido, bien estructurado… e ideológicamente ambiguo. Encierra una crítica antibelicista que resulta poco sincera, al surgir de una cinta que no oculta su fascinación por la tecnología aplicada a instrumentos de muerte. Esta contradicción, no le impide a “Iron Man” cumplir a cabalidad con su función de pasatiempo veraniego. Goza de un ritmo fluido; una dirección poco arriesgada, pero atenta a las exigencias del relato y pulidos efectos visuales.
Lo mejor de todo es el casting, impecable para cada rol: desde el villano sutilmente retratado por Jeff Bridges; hasta la secretaria sexy, encarnada con brío por Gwyneth Paltrow. Sobresale Robert Downey Jr., quien parece haber nacido para interpretar al carismático protagonista. Con ironía y desenvoltura, Downey le otorga a “Iron man” una dimensión psicológica completa, logrando que el público no olvide al ser humano detrás de la coraza.
• Robert Downey Jr. parece haber nacido para actuar como magnate convertido en superhéroe
Iron Man – El hombre de hierro
(Iron Man)
Dirección: Jon Favreau. Reparto: Robert Downey Jr., Gwyneth Paltrow, Jeff Bridges, Terrence Howard. Duración: 2.06. Origen: EE.UU. 2008. Calificación: 7.
El personaje de “Iron Man” nació en marzo de 1963, cuando apareció en el número 39 de la revista “Cuentos de suspenso”. El creador de este popular superhéroe de los cómics, es el volcánico Stan Lee, el mismo de “El Hombre Araña”, “Hulk” y “Los Cuatro Fantásticos”, entre muchos otros.
Colaborando con el guionista Larry Lieber y los dibujantes Dan Hicks y Jack Kirby, Lee ideó su propia variación de la figura de “Batman”. Al igual que Bruno Díaz, Tony Stark es un galán multimillonario. No tiene poderes especiales, pero posee una gran inteligencia y recursos económicos ilimitados. Juntando ambas ventajas, él se convierte en un invencible paladín enmascarado.
Hasta aquí llegan las similitudes con Batman; existen también muchas diferencias. Las características propias son ilustradas en “Iron Man”, primer capítulo de lo que podría ser una larga y próspera franquicia cinematográfica.
Algunos leves ajustes han sido suficientes para actualizar la trama y refrescar su contenido, otorgándole una apariencia contemporánea. El magnate Tony Stark es dueño de una lucrativa fábrica de armamentos. Mientras está en Afganistán efectuando una demostración de su último producto, Stark es víctima de un atentado y cae prisionero de algunos insurgentes.
Cuando los secuestradores lo obligan a construir una cohete letal, Stark finge aceptar. En realidad, diseña una poderosa armadura, que luego utiliza para escapar. La experiencia cambia por completo al hombre, quien decide suspender sus negocios habituales y dedicarse a perfeccionar la armadura, asumiendo la identidad de un defensor de la justicia.
El argumento es sólido, bien estructurado… e ideológicamente ambiguo. Encierra una crítica antibelicista que resulta poco sincera, al surgir de una cinta que no oculta su fascinación por la tecnología aplicada a instrumentos de muerte. Esta contradicción, no le impide a “Iron Man” cumplir a cabalidad con su función de pasatiempo veraniego. Goza de un ritmo fluido; una dirección poco arriesgada, pero atenta a las exigencias del relato y pulidos efectos visuales.
Lo mejor de todo es el casting, impecable para cada rol: desde el villano sutilmente retratado por Jeff Bridges; hasta la secretaria sexy, encarnada con brío por Gwyneth Paltrow. Sobresale Robert Downey Jr., quien parece haber nacido para interpretar al carismático protagonista. Con ironía y desenvoltura, Downey le otorga a “Iron man” una dimensión psicológica completa, logrando que el público no olvide al ser humano detrás de la coraza.