Atajan la frustración
| Lunes 04 julio, 2016
Ponerse los guantes, saltar a la grama para custodiar celosamente los tres palos de su equipo, haciendo gala de reflejos y capacidad de reacción que le hagan detener balones que parecen imposibles y por supuesto ganar títulos.
El sueño de cualquier guardameta es ser protagonista con su escuadra; pero ¿Qué pasa cuando pese a tener calidad de sobra se está relegado al banquillo o aún peor, a la gradería?
En el balompié nacional hay una serie de porteros que atraviesan está situación: Daniel Cambronero y Adrián de Lemos, en Herediano; Alfonso Quesada, en Alajuelense; Kevin Briceño y Danny Carvajal, en Saprissa; este último podría recobrar la anhelada regularidad ante la salida del canalero Jaime Penedo del club morado.
El exportero José Francisco Porras sabe bien lo que es vivir en esta condición, que en lo personal puede llegar a convertirse en algo verdaderamente frustrante.
“Creo entender lo que ellos pueden sentir, viví dos etapas prolongadas como suplente, en Herediano y mayoritariamente en Saprissa. Es difícil; no ver acción por un lapso considerable llega a ser frustrante, pero comprendía que estaba (Erick) Lonnis y el saprissismo confiaba en él. Hoy en día pasa algo similar con (Leonel) Moreira y (Patrick) Pemberton”, comentó “Porritas”.
Entre 1996 y 2000 “Chico”, como se le conoce en su natal Grecia, se vio limitado a jugar únicamente cuando Lonnis estaba con la “Sele”. También recibía esporádicas oportunidades en torneos de Uncaf. “No importaba si tenía el mejor partido de mi vida, sabía que iba a volver al banquillo y lo acepté con profesionalismo”, aseguró.
La disciplina y la perseverancia son cualidades que destacan en el exarquero debido a estas experiencias vividas en su carrera, no obstante él reconoce que hubo momentos en que quiso flaquear.
“La verdad hasta el más perseverante y paciente trastabilla, yo en algún momento valoré la posibilidad del retiro anticipado sobre todo cuando sufrí una lesión que me dejó fuera aproximadamente seis meses. Mi esposa fue el pilar para seguir, mi motor junto con algunos amigos del fútbol”, recordó quien posteriormente tendría sus mejores años en su segunda etapa con Saprissa participando en un Mundial de Clubes y una Copa del Mundo a nivel mayor.
De haberle dicho adiós al fútbol se habría dedicado a la contabilidad, la que estudió en un colegio técnico; y a culminar sus estudios profesionales en administración de empresas.
Porras fue claro al decir que estar en banca por mucho tiempo no hace que se pierda la pasión por el juego. Negó también haberse mantenido en un segundo plano por ganar dinero.
“La familia depende de uno, pero no fue la plata lo que me hizo quedarme, porque como le digo, gracias a Dios tenía una formación académica y pude laborar en otra cosa, sin embargo insistí porque tenía el sueño de ser titular, soy un luchador y tenía el apoyo de mi esposa, eso me impulsaba más”, indicó.
Por su parte, Daniel Cambronero, portero del Herediano comparte el criterio de “Porritas”: “La gente puede creer que uno pierde las ganas de jugar y que se mantiene solo por la plata, pero en Costa Rica no se ganan sumas exorbitantes. En mi caso, he sido titular en cinco de mis seis años en Heredia y mi meta es clara: recobrar la titularidad y por qué no, integrarme al proceso rumbo a Rusia 2018 o jugar en el extranjero”.
Mientras que De Lemos, ve a Porras como un ejemplo de que con esfuerzo, paciencia y una gran dosis de perseverancia es posible cumplir los objetivos.
“Él es todo un ejemplo, vivió algo similar a lo que nosotros atravesamos actualmente y nunca bajó los brazos. Personalmente sabía que al volver a Heredia la competencia sería altísima y que jugar sería complicado. Pero yo amo este club y quiero retirarme jugando acá siendo protagonista”, enfatizó Adrián quien el torneo pasado vivió muchos partidos desde las gradas.
Freddy Alemán A.
Para La República