Apertura, gran paso por consolidar
Si el cliente se siente satisfecho, protegido y beneficiado, la tarea de la Superintendencia de Telecomunicaciones estará completamente hecha
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Sábado 24 diciembre, 2011
Luego de una espera de casi cuatro años desde la aprobación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, este 2011 por fin se concretó la apertura en las telecomunicaciones, y aunque hubo trabas en el camino, el proceso se cumplió con buen suceso.
Dos empresas de trayectoria mundial iniciaron formalmente operaciones y dos más de capital costarricense surgieron al amparo de una sociedad con el ICE. En total, los ciudadanos ganaron este año el derecho a elegir entre cinco posibles opciones, lo cual es sin duda una ganancia en todos los sentidos.
El 2012 representa sin embargo un reto para llevar a buen puerto la consolidación de esta apertura. Para ello, la Superintendencia de Telecomunicaciones se ha rodeado de gente capacitada y del consejo adecuado para hasta ahora hacer las cosas bien y perfilarse como una institución reguladora cada vez más sólida y sobre todo equilibrada y sin favoritismos.
Este es un trabajo constante que debe mantenerse, y desde esta trinchera garantizar una competencia justa y equilibrada a través de mecanismos tarifarios que permitan a las empresas pelear en una batalla digna, bien intencionada, que garantice a los usuarios un precio justo y sobre todo un acceso cada vez más universal.
Este debe ser el objetivo primordial. Si el cliente se siente satisfecho, protegido y beneficiado, la tarea de la Superintendencia estará completamente hecha.
Otro de los detalles pendientes en los que se debe trabajar fuertemente es en lograr la portabilidad numérica, con la cual los clientes que quieran cambiar de operador telefónico puedan mantener su número intacto.
Es algo en lo cual como país nos agarró tarde, situación comprensible por la falta de recursos con que arrancó la Superintendencia, pero que no puede extenderse más allá de 2012.
El trabajo que queda es bastante, pero es menos al de hace un año, cuando la tarea era iniciar el arranque del proceso. Esto ya quedó atrás, ahora es tiempo de consolidar lo que ya se ha empezado.