¡Agónico!
| Lunes 03 noviembre, 2008
¡Agónico!
El título se definió en la última vuelta a favor de Hamilton
Daniel Chacón*
La República
La ausencia de sol fue aplacada con la intensidad de carrera, el calor suplido por miles de almas apoyando al piloto natal, Felipe Massa, que hizo lo que tenía que hacer. Las ansias de los corredores se vio personalizada en una tenue llovizna, que puso a los vehículos “nerviosos”, maniobrados acuciosamente en la competencia que puso fin a una nueva temporada de la disciplina rey de los deportes de motor de pista.
¡Lewis Hamilton monarca!
El más joven en la historia de la Fórmula Uno, quizá uno de los más sufridos en la última veintena. El ímpetu de todos sus rivales le dificultaron el escenario, metiendo distancia entre él y el brasileño Massa, quien este fin de semana tuvo un desempeño perfecto en el autódromo de Interlagos.
Al momento de la salida, la pista era un rival más; una película de humedad hizo que la gran mayoría de vehículos deslizaran a pesar de la resistencia de sus pilotos; incluso Hamilton, quien se sentía como bailarín sin ritmo, entrando a destiempos a las curvas rápidas y perdiendo la concentración con frecuencia.
Al frente, Massa, conocedor y experimentado, supo manejar con sutileza el acelerador, aprovechando el ancho de la pista, cumpliendo con su misión de dejarse el primer lugar.
La competencia entró en calor y la pista también, primera entrada obligada a los “pits” para el cambio de neumáticos. El equipo McLaren-Mercedes leyó bien la circunstancia de carrera y fueron los primeros en cambiar; poco a poco Hamilton fue entrando en el ritmo, pero surgieron otros protagonistas que también querían un poco de brillo.
Aparecieron Timo Glok y Jarno Trulli de Toyota; Sebastián Vettel de Toro Rosso-Ferrari y un reencontrado Fernando Alonso. Todos pusieron a prueba los nervios del inglés, que veía como era relegado y convertían una jornada sencilla en una hecatombe.
Lo de Alonso y Renault fue como un reencuentro, había un entendimiento completo entre auto y piloto. Desde la sexta posición iniciaron una remontada, probándose contra la mayoría de protagonistas hasta llegar al segundo lugar. “Para ganar el campeonato hay que estar bien desde el primer momento…esto ha acabado mucho mejor de lo esperado”, afirmó el asturiano, venido de menos a más en el ocaso del torneo.
Vino la debacle para el joven que el año pasado, también en Brasil, vio esfumarse el campeonato. Hamilton abrió el sendero para que Vettel lo desplazara al sexto lugar y de momento, quedara relegado a un subcampeonato. La afición enloquecida, esperaba que la curva del lago hipnotizara al fenómeno inglés y no pudiera salir de ese trance.
Glock era el piloto más rápido en la pista, era el único que mantuvo los neumáticos para tiempo seco mientras que los demás conservaron las llantas para condiciones de lluvia.
Entonces, regresó la lluvia. Glock empezó a perder posiciones y fue sobrepasado por Vettel. Los trece segundos de diferencia con respecto a Hamilton fueron cayendo, dos por vuelta… y como si la matemática jugara con el destino, la fórmula hizo que la cantidad de giros restantes alcanzaran para que Hamilton le diera alcance en la agonía de la carrera, a un kilómetro de la meta.
Vino la bandera de cuadros, Massa la pasó y Hamilton era sexto. ¿Será? Los uniformados de rojo se abrazaron frente a los televisores, el resultado les daba el campeonato y sólo faltaban metros para abrir la champagne y celebrar un nuevo título para Ferrari.
Desbocado, Hamilton lo intentó sin miedo sobre Glock, en la última curva del circuito de Interlagos, cruzó la de cuadros y transformó el momento en un choque de emociones.
Todo se congeló en fracción de minutos, el entendimiento duró su momento para superar la adrenalina y dar paso al éxtasis. “¿Lo tenemos?, ¿lo tenemos?” preguntaba Hamilton por el radio de comunicación al jefe de equipo.
Estalló la celebración. A ritmo de samba, los movimientos de todos eran de celebración, Massa por su triunfo en casa, por un día perfecto; Alonso por el regreso de su don y Hamilton por el título conseguido.
“Ha sido un viaje largo… esta fue una de las carreras más duras de mi vida, sino la más dura. En la parte final tuve que darlo todo”, expresó el inglés, quien en la agonía pudo regresar de la pesadilla a un sueño, al final feliz deseado.
Para Massa, fue la carrera perfecta; más insuficiente. “... ha sido un día muy emotivo para mí, cuando vi que Lewis pasaba a Glock tuve una mezcla de emociones. Debemos enorgullecernos del trabajo realizado en la carrera y en el campeonato; hay que saber ganar y también perder, de esto voy a aprender mucho”; meditaba Massa, conocedor de la oportunidad de revancha que le puede dar la vida.
*Basado en la transmisión de Fox Sports y declaraciones recopiladas de Agencia Efe.
Hamilton campeón
1-Lewis Hamilton 98
2-Felipe Massa 97
3-Kimi Raikkonen 75
4-Robert Kubica 75
5-Fernando Alonso 61
Ferrari monarca
1- Ferrari-Marlboro 172
2- McLaren-Mercedes 151
3-BMW Sauber 135
4-ING Renault 80
5-Panasonic Toyota 56
El título se definió en la última vuelta a favor de Hamilton
Daniel Chacón*
La República
La ausencia de sol fue aplacada con la intensidad de carrera, el calor suplido por miles de almas apoyando al piloto natal, Felipe Massa, que hizo lo que tenía que hacer. Las ansias de los corredores se vio personalizada en una tenue llovizna, que puso a los vehículos “nerviosos”, maniobrados acuciosamente en la competencia que puso fin a una nueva temporada de la disciplina rey de los deportes de motor de pista.
¡Lewis Hamilton monarca!
El más joven en la historia de la Fórmula Uno, quizá uno de los más sufridos en la última veintena. El ímpetu de todos sus rivales le dificultaron el escenario, metiendo distancia entre él y el brasileño Massa, quien este fin de semana tuvo un desempeño perfecto en el autódromo de Interlagos.
Al momento de la salida, la pista era un rival más; una película de humedad hizo que la gran mayoría de vehículos deslizaran a pesar de la resistencia de sus pilotos; incluso Hamilton, quien se sentía como bailarín sin ritmo, entrando a destiempos a las curvas rápidas y perdiendo la concentración con frecuencia.
Al frente, Massa, conocedor y experimentado, supo manejar con sutileza el acelerador, aprovechando el ancho de la pista, cumpliendo con su misión de dejarse el primer lugar.
La competencia entró en calor y la pista también, primera entrada obligada a los “pits” para el cambio de neumáticos. El equipo McLaren-Mercedes leyó bien la circunstancia de carrera y fueron los primeros en cambiar; poco a poco Hamilton fue entrando en el ritmo, pero surgieron otros protagonistas que también querían un poco de brillo.
Aparecieron Timo Glok y Jarno Trulli de Toyota; Sebastián Vettel de Toro Rosso-Ferrari y un reencontrado Fernando Alonso. Todos pusieron a prueba los nervios del inglés, que veía como era relegado y convertían una jornada sencilla en una hecatombe.
Lo de Alonso y Renault fue como un reencuentro, había un entendimiento completo entre auto y piloto. Desde la sexta posición iniciaron una remontada, probándose contra la mayoría de protagonistas hasta llegar al segundo lugar. “Para ganar el campeonato hay que estar bien desde el primer momento…esto ha acabado mucho mejor de lo esperado”, afirmó el asturiano, venido de menos a más en el ocaso del torneo.
Vino la debacle para el joven que el año pasado, también en Brasil, vio esfumarse el campeonato. Hamilton abrió el sendero para que Vettel lo desplazara al sexto lugar y de momento, quedara relegado a un subcampeonato. La afición enloquecida, esperaba que la curva del lago hipnotizara al fenómeno inglés y no pudiera salir de ese trance.
Glock era el piloto más rápido en la pista, era el único que mantuvo los neumáticos para tiempo seco mientras que los demás conservaron las llantas para condiciones de lluvia.
Entonces, regresó la lluvia. Glock empezó a perder posiciones y fue sobrepasado por Vettel. Los trece segundos de diferencia con respecto a Hamilton fueron cayendo, dos por vuelta… y como si la matemática jugara con el destino, la fórmula hizo que la cantidad de giros restantes alcanzaran para que Hamilton le diera alcance en la agonía de la carrera, a un kilómetro de la meta.
Vino la bandera de cuadros, Massa la pasó y Hamilton era sexto. ¿Será? Los uniformados de rojo se abrazaron frente a los televisores, el resultado les daba el campeonato y sólo faltaban metros para abrir la champagne y celebrar un nuevo título para Ferrari.
Desbocado, Hamilton lo intentó sin miedo sobre Glock, en la última curva del circuito de Interlagos, cruzó la de cuadros y transformó el momento en un choque de emociones.
Todo se congeló en fracción de minutos, el entendimiento duró su momento para superar la adrenalina y dar paso al éxtasis. “¿Lo tenemos?, ¿lo tenemos?” preguntaba Hamilton por el radio de comunicación al jefe de equipo.
Estalló la celebración. A ritmo de samba, los movimientos de todos eran de celebración, Massa por su triunfo en casa, por un día perfecto; Alonso por el regreso de su don y Hamilton por el título conseguido.
“Ha sido un viaje largo… esta fue una de las carreras más duras de mi vida, sino la más dura. En la parte final tuve que darlo todo”, expresó el inglés, quien en la agonía pudo regresar de la pesadilla a un sueño, al final feliz deseado.
Para Massa, fue la carrera perfecta; más insuficiente. “... ha sido un día muy emotivo para mí, cuando vi que Lewis pasaba a Glock tuve una mezcla de emociones. Debemos enorgullecernos del trabajo realizado en la carrera y en el campeonato; hay que saber ganar y también perder, de esto voy a aprender mucho”; meditaba Massa, conocedor de la oportunidad de revancha que le puede dar la vida.
*Basado en la transmisión de Fox Sports y declaraciones recopiladas de Agencia Efe.
Hamilton campeón
1-Lewis Hamilton 98
2-Felipe Massa 97
3-Kimi Raikkonen 75
4-Robert Kubica 75
5-Fernando Alonso 61
Ferrari monarca
1- Ferrari-Marlboro 172
2- McLaren-Mercedes 151
3-BMW Sauber 135
4-ING Renault 80
5-Panasonic Toyota 56