Adriana es atleta de alto rendimiento, becada por el CON

Fanática de Rafa Nadal, le encanta su personalidad, no se pierde conciertos de Kany García y Luis Miguel, seguidora moderada del Saprissa, amante del teatro, el cine y la lectura, curiosamente se apellida Villar y es la reina de la disciplina del billar costarricense.

Adriana Villar Solano, reside con su mamá en El Porvenir de Desamparados, son siete hermanos, uno de ellos, Pablo, fallecido y se conectó con este deporte, de niña, jugando en la sala de billares que su padre administraba en Zapote.

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Quién iba a pensar en ese momento, que algunos años después, esta mujer de 38 años, que rompió estereotipos triunfando en un deporte dominado por varones, que recibió comentarios machistas y burlas en sus inicios, en el año 2014 se coronaría campeona del Abierto de los Estados Unidos, torneo que inscribió 5000 competidores. “Este es el triunfo que más valoro de mi carrera”, dijo la ganadora de 24 medallas en Juegos Panamericanos, incluyendo siete de oro; suma 34 campeonatos nacionales, incluyendo bola 8, 9 y 10; cuarto lugar en Mundial por Equipos en China; 23 del planeta en Mundial Individual también en China, fue seleccionada la mejor atleta de los Panamericanos 2015 y fue la primera latinoamericana en calificarse entre las mejores 16 billaristas del mundo en el Mundial China 2017, entre muchos otros logros en Europa, Asia y los Estados Unidos país al que viaje constantemente a competir en torneos de varones, a falta de competencias con mujeres en nuestro país.

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Adriana considera a la taiwanesa Rita, como la mejor billarista del mundo, la enfrentó en los Golden Games y la tuvo contra las cuerdas, aunque finalmente el triunfo fue para la asiática.

Consciente del avance, reconocimientos y logros de la mujer en diferentes entornos, Adriana considera que esta celebración universal del Día Internacional de la Mujer es un aval a esas conquistas, “pero todavía nos falta mucho por alcanzar”.

La multicampeona del billar costarricense, es patrocinada en su carrera por la marca mundial Predator, se entrena en mesas profesionales en los salones Roof en Lourdes y se graduó como entrenadora en la Universidad Nacional, con la presentación de la tesis: “La importancia del acondicionamiento físico en el billar”, trabajo que aportó nuevas herramientas en la preparación integral de las billaristas.

Hoy, Adriana combina su faceta de jugadora y también entrenadora personal, de equipos y selecciones nacionales en Guatemala, Colombia y los Estados Unidos.

gpandolfo@larepublica.net