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Pelea de pesos pesados

Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Martes 04 diciembre, 2012




Nocaut del contrincante, es lo que buscan Johnny Araya y Rodrigo Arias

Pelea de pesos pesados

Faltan cuatro meses para disminuir fallas y sacar lo mejor de sí

El nocaut no sería hasta la convención de abril del año entrante, cuando Liberación Nacional escoja su candidato presidencial.
Mientras tanto, sabedores de que un buen golpe puede ser la diferencia entre ganar y perder la pelea, los pesos pesados del partido, afinan su estrategia, tanto al ataque, como a la defensiva,
Cada uno de los contendientes ha observado con cuidado los movimientos de su rival, y ya piensan saber qué hacer para tratar de dejar tendido sobre la lona a su oponente.
Para Johnny Araya, alcalde de San José, el mejor jab es su exitosa faena al frente del municipio capitalino, incluido el reordenamiento y el embellecimiento de San José durante los 20 años que ha sido gobernador.
Por otra parte, podría lanzar un fuerte gancho al hígado de su rival, si logra atraer a los liberacionistas, que se han alejado de las tiendas verdiblancas por distintas razones.
Al representar a la socialdemocracia de antaño, Araya ya enlistó entre sus filas a Luis Alberto Monge, expresidente de la República, y a Antonio Alvarez Desanti, quien dejó la carrera electoral para unirse a él.
Asimismo, tiene buenas posibilidades de atraer al figuerismo.
Pero cuidado, el gobernador capitalino tiene flancos débiles por donde su contrincante puede atacarlo.
Las dos décadas de trabajo en la Municipalidad le restan apoyo en las provincias.
La dirigencia, alcaldes y buena parte de la fracción liberacionista son parte del músculo político de su opositor, por lo que si quiere ganar la elección del 21 de abril, tiene la obligación de realizar giras por la zona rural para entrar en contacto con los votantes.
Ha habido además una lluvia de denuncias de la que ha sido objeto este año, la mayoría ante el Ministerio Público.
Otro aspecto a cuidar es el triunfalismo que puede rodear a su esquina, pues desde mucho antes anunciarse como precandidato, ha estado liderando las encuestas.
En el bando contrario, la apuesta es muy diferente. Rodrigo Arias, como político experimentado, cuenta con una combinación de golpes con la capacidad de cambiar el destino de la pelea.
La recta del exministro de la Presidencia es su extensa carrera política y experiencia que lo han llevado a ser regidor, diputado y dos veces ministro. Por cierto, el único responsable de esa cartera que ha culminado sus dos periodos.
Por otra parte, cuenta con un gancho a la mandíbula que puede ser letal. El estar rodeado de figuras reconocidas y queridas como su hermano, Oscar Arias, expresidente de la República y María Luisa Avila, exministra de Salud.
En ese sentido, si Arias quiere ganar, debe involucrarlos en las giras, en las plazas públicas y a todo lugar donde vaya, para ellos cacen votos para él.
Pero no solo debe reforzar el ataque. Un buen coach de boxeo, en este caso un estratega político, debe cuidar también los puntos ciegos de su pupilo.
El más grave, es el constante ataque que recibe de sus adversarios políticos, a tal punto, que todo el tiempo se le asocia con lo que sucede en el país, aunque no tenga ninguna relación.
El suceso más reciente, fue el de la semana pasada, cuando surgieron voces que lo acusaron de interponerse en la reelección del magistrado Fernando Cruz, mientras esa fue una decisión del Congreso.
Precisamente, ayer en una entrevista en LA REPUBLICA, Arias sale a defenderse de las críticas, al asegurar, que a él y su hermano, “se nos culpa de todo”.
Por otra parte, como candidato para mucha gente no genera empatía, de modo que sus asesores deben hacer una gran labor, con el objetivo de ayudarle a soltarse.
Otro aspecto a cuidar, es fomentar una fuerte presencia en las redes sociales y de esta forma, acercarse al voto joven, que esta vez será determinante.



Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net
 







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