¿Verá Matosas las limitantes de ticos que son banca en sus clubes y estelares en la Sele?

¿Quién pone el cascabel al gato?

Esta frase proverbial se utiliza ante una dificultad y la imposibilidad de llevar a cabo alguna tarea que acarreará cierto peligro.

Un grupo de personas podrán ponerse de acuerdo en la conveniencia de realizar un acto que beneficiará al colectivo, pero el riesgo que comporta ejecutarlo provocará que no haya voluntarios para ponerlo en práctica.

Pasemos al tema de fondo.

Cuatro de los defensas titulares de la Selección Nacional son hoy reserva en sus respectivos equipos en Europa: Cristian Gamboa, Óscar Duarte, Giancarlo González y Bryan Oviedo.

El asunto no pasa por calificarlos hoy de buenos, regulares o malos futbolistas. Los costarricenses sabemos y reconocemos que son muy buenos jugadores. A Gamboa, Pipo y Duarte les debemos la gloria de Brasil 14. Oviedo no viajó por lesión, pero quien escribe lo seleccionó hace pocas semanas como el mejor lateral izquierdo de todos los tiempos, por encima de leyendas como Isidro Willians, Alex Sánchez, Álvaro McDonald, Pistón Velázquez, Enrique Díaz, Marvin Obando, Chaves Innecken y otros.

La pregunta que interesa, cuya respuesta nos remite a la fábula del gato y los ratones es esta:

¿Qué limitaciones tácticas y técnicas analizan y observan los directores técnicos de estos compatriotas en sus equipos, para no darles la estelaridad y titularidad que sí les ofrecen prácticamente sin interrupciones sus colegas costarricenses?.

Jack Ross, entrenador del Sunderland, equipo de la tercera división de Inglaterra, confirmó la semana pasada que Bryan Oviedo seguirá como suplente del equipo y que le espera una larga estadía en la reserva, dado el buen desempeño que en su posición cumplen otros dos jugadores: Reece James y Hume Denver.

Se esperaba que Oviedo tuviera un papel clave en el Sunderland, cuando decidió quedarse en el verano, pero hasta la fecha no ha jugado más que un papel rotativo.

Incluso, la suplencia del costarricense pone en duda su continuidad en el plantel, ya que es uno de los que reciben un salario más alto.

Peor suerte corre en Escocia el inamovible lateral derecho de la Tricolor, Cristian Gamboa.

Recientemente fue titular con el Celtic en un juego de la Liga de Europa ante el Leipzig, después de tres meses y una semana sin ver acción.

Gamboa jugó por última vez antes de este compromiso el 18 de agosto en partido de Copa frente al Partick Thistle. Tuvo muy buena actuación que fue alabada por la prensa y afición de Escocia. Sin embargo, su técnico Brendan Rodgers lo volvió a relegar a la banca.

En el caso de Óscar Duarte, el pasado jueves regresó a la titularidad en el Español de Barcelona, en juego de dieciseisavos de final de la Copa del Rey. El Español perdió con el Betis 2-1 y el tico jugó todo el partido, lo que lo sacó del congelador en el que lo ha tenido su técnico Joan Ferrer, toda la temporada.

En cuanto a Giancarlo González, si bien es cierto esta temporada no ha sido titular con el Bologna, el año pasado fue figura en la defensa central de su club y se espera que pronto, alejado de lesiones, retorne a la estelaridad.

Así las cosas y de cara a los dos juegos de fogueo de Costa Rica este mes de noviembre ante Perú y Chile, ya con Gustavo Matosas sugiriéndole nombres de jugadores a Rónald González y suponemos, con cierta injerencia en el desenvolvimiento del equipo, preguntamos…

¿Se animará el uruguayo a ponerle el cascabel al gato?

¿Tendrá el valor, la osadía o la sabiduría o tomará el riesgo de sentar o no convocar a los jugadores que no juegan en sus clubes, y dar oportunidad a caras nuevas del equipo?

Para empezar se le podrían dar estos dos partidos a Ian Smith por la derecha y a Rónald Matarrita por la izquierda, con Keysher Fuller y el expreso Luis Díaz como suplentes.

Pululan otros nombres en busca de su oportunidad.

Fábula del gato

Se utiliza la figura del gato debido a que dicha expresión se originó a raíz de una antiquísima fábula que versaba sobre la historia de un grupo de ratones que deseaban salir de la ratonera para ir a buscar comida, pero que les era imposible hacerlo debido a que siempre eran sorprendidos por el felino que habitaba en aquel lugar.

Tras reunirse los roedores decidieron que una buena idea para enterarse cuándo se acercaba el gato sería colocándole a este un cascabel, pero…¿quién sería el valiente que se lo pondría?

Ninguno se presentó voluntario.