Resultados Trump vs. Biden | Quién va ganando las elecciones presidenciales de Estados Unidos
Redacción - BBC News Mundo | Viernes 06 noviembre, 2020
El escrutinio de las elecciones presidenciales de Estados Unidos entró en su recta final en un ambiente de creciente de tensión por las denuncias del presidente Donald Trump de un supuesto fraude y con Joe Biden perfilándose como favorito.
Tanto Trump como Biden se han mostrado convencidos de su victoria, pero es el exvicepresidente el que lleva ventaja en una carrera que ha resultado ser mucho más ajustada de lo que habían adelantado las encuestas.
Con Michigan, Wisconsin del lado de Biden, según las proyecciones, las miradas están puestas en los pocos estados que este jueves quedaban por tener un ganador.
En particular, Georgia (16 votos electorales) y Pensilvania (20). En el primero, Biden logró este viernes sobrepasar a Trump en el recuento provisional, mientras que en Pensilvania, el presidente tiene ventaja, pero con Biden acercándose peligrosamente a medida que el recuento entra en la recta final.
Además, siguen sin estar claros los votos de Arizona (11) y Nevada (6), en los que Biden llevaba la delantera en el recuento provisional, y Carolina del Norte (15), que tenía a Trump por delante.
Si Biden materializa su ventaja en Arizona y Nevada ya alcanzaría los 270 votos en el Colegio Electoral necesarios para ganar la presidencia. También si ganara Pensilvania.
Además, si el exvicepresidente culminara la remontada en Georgia, le bastaría con uno más, presumiblemente Arizona o Nevada.
Trump, por su parte, necesita ganar los estados en que esta noche llevaba ventaja (Carolina del Norte y Pensilvania) y además ganar dos de los tres donde Biden lleva ventaja: Georgia, Arizona y Nevada.
Trump denuncia fraude sin pruebas
"¡Paren el conteo!", escribió Trump este jueves en su cuenta de Twitter, donde sus numerosas denuncias de supuesto fraude han sido marcadas como desinformación.
Y en la noche del jueves, el presidente volvió a salir a hablar de un supuesto fraude electoral del que no aportó pruebas.
"Si cuentan los votos legales nosotros ganamos fácilmente, pero si cuentan los votos ilegales pueden intentar robarnos las elecciones", dijo en su segunda comparecencia desde el día de las elecciones.
Sus quejas parecen girar en torno a la remontada del exvicepresidente una vez se empezaron a contar los votos por correo.
Pero los observadores apuntan que, en medio de la pandemia, es normal que el voto por correo favorezca a Biden. El propio mandatario lo había criticado y había llamado a sus seguidores a evitarla.
De hecho, Trump le dio la vuelta al resultado en Texas y en Ohio, donde el voto por correo se contó antes, y también ha recortado la ventaja de Biden en Arizona y Nevada.
El presidente volvió a hacer referencia a la ofensiva judicial a la que se aferra. Ya ha dicho que piensa llegará a la Corte Suprema.
De hecho, su equipo de campaña ya ha iniciado acciones judiciales en varios estados clave, además de que anunció su intención de pedir un recuento en Wisconsin.
En Georgia, por ejemplo, presentó una demanda por la denuncia de un observador republicano según quien 53 papeletas que habían llegado tarde se habían agregado a los votos llegados a tiempo. El juez la desestimó.
Lo mismo sucedió con el recurso de Michigan para recontar papeletas depositadas por adelantado sin la supervisión de observadores de ambos partidos cuando el escrutinio estaba prácticamente terminado.
En Nevada, el Partido Republicano elevó una querella criminal al fiscal general, William Barr, por lo que aseguran fueron miles de individuos que votaron después de haber trasladado su residencia fuera del estado.
Un juez federal en Pensilvania también rechazó la solicitud de la campaña de Trump de frenar el escrutinio y ordenó que las autoridades permitieran la presencia de 60 observadores de cada partido.
Los funcionarios estatales alegan que nunca impidieron la presencia de observadores pero expulsaron a uno de los republicanos que no respetaba las normas de distanciamiento social por el coronavirus.
En varias ciudades de Estados Unidos simpatizantes de uno y otro candidato también salieron a las calles a manifestarse bajo las consignas enfrentadas de "Cuenten todos los votos" y "Detengan el robo".
La primera está siendo empleada por los partidarios de Biden y la segunda por los del presidente Trump, excepto en Arizona, donde son estos últimos los que piden se cuenten todos los votos.
Ambos se ven ganadores
El miércoles exvicepresidente Joe Biden volvió a comparecer para mostrarse confiado en su victoria.
En una breve intervención en televisión en la que apareció acompañado de su compañera de fórmula, Kamala Harris, Biden aclaró que no se estaba proclamando ganador, pero que "cuando el escrutinio acabe, creemos que seremos los vencedores".
Ya en la noche del martes había dicho: "No me corresponde a mí ni a Donald Trump declarar el ganador de esta elección, esto es una decisión del pueblo estadounidense".
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Así, Biden se adelantaba de alguna manera a lo que muchos sospechaban: que el presidente se iba autoproclamar vencedor en pleno escrutinio, como hizo.
El martes de madrugada y con millones de votos todavía por contabilizar, Trump dijo que en lo que a él le concernía, había ganado. También insistió en hablar de un fraude del que no presentó evidencia alguna.
"Esto es un fraude para el público estadounidense, francamente ganamos la elección. Es un enorme fraude. Vamos a acabar en la Corte Suprema", adelantó.
Este jueves volvió a insistir en la idea de ir a los tribunales, además de que continuó con sus denuncias en Twitter.
Trump lleva meses sembrando dudas sobre el voto por correo e insistiendo en que el ganador debía ser proclamado en la misma noche electoral, algo que generalmente solo sucede por las proyecciones de los medios y el reconocimiento que hace el perdedor, nunca por los funcionarios públicos responsables.
En la última semana había cuestionado también la organización de Pensilvania, que cuenta como válidos los votos por correo recibidos en los tres días posteriores a las elecciones siempre que fueran entregados dentro del plazo.
Una portavoz de la campaña de Biden calificó lo dicho por el presidente de "indignante" y "sin precedentes".
"Nunca antes un presidente había buscado privarles a los estadounidenses de su voz en una elección nacional", señaló en un comunicado Jen O'Malley Dillon.
"El recuento no va a parar. Va a seguir hasta que cada voto válido sea escrutado. Porque es lo que dicen nuestras leyes", agregó.
Protestas
La tensa espera por los resultados también ha generado protestas que en algunos casos han requerido de la intervención de las autoridades.
En Arizona un grupo de aproximadamente 200 personas, algunas de ellas armadas, se congregó frente a la oficina del registrador del condado de Maricopa en horas de la madrugada, después de que rumores infundados sobre irregularidades en el conteo de los votos por Trump circularan por las redes sociales.
La protesta forzó la intervención de la oficina del alguacil del condado y el desalojo de las personas que no estaban cumpliendo "labores esenciales", pero no interrumpió el conteo, que sigue su curso.
En Portland, Oregon, la guardia nacional tuvo que intervenir después de que una protesta contra Trump y pidiendo que se contaran todos los votos se volviera violenta.
Según testigos, algunas personas se separaron del grupo principal y rompieron escaparates en el centro de la ciudad. La policía calificó los incidentes de disturbios.
En Minneapolis, la policía arrestó a varias personas después de que unos 200 manifestantes bloquearon una carretera principal. Según reportes de medios locales el grupo también había estado protestando contra Donald Trump y su llamado a detener el conteo de votos.
También se informaron protestas similares en Nueva York, Filadelfia y Chicago.
En Detroit, Michigan, sin embargo, fueron partidarios de Trump quienes se reunieron frente a un centro de conteo de votos, golpearon las ventanas y gritaron: "Detengan el conteo".
¿Cómo fue la campaña?
Tras una campaña marcada por la polarización política, el empeoramiento de la pandemia de coronavirus y la masiva participación (sobre todo en voto anticipado), Trump, que concurrió sin un programa de gobierno concreto, se presentó como el indicado para salvar la economía mientras trataba de convencer a los suyos de que el fin de la pandemia está "a la vuelta de la esquina".
El mandatario, quien fiel a su estilo no escatimó descalificativos para su contrincante durante la campaña, insistió en acusar al exvicepresidente de querer cerrar la economía para combatir el coronavirus y de planear una subida de impuestos a todos.
Y es que Biden, quien había hecho de la lucha contra el virus una de sus banderas, también ha prometido rectificar la bajada de impuestos decretada por Trump para las rentas de más US$400.000 al año.
Biden también prometió ampliar la cobertura sanitaria para los estadounidenses y una política más activa para luchar contra el cambio climático aunque sin llegar a lo que piden los sectores más progresistas de su partido.
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