Reforzar educación sexual mantendría tendencia a la baja de embarazos adolescentes

Para que los casos de adolescentes embarazadas continúen a la baja en Costa Rica, se debe reforzar la educación sexual, concluye el Tercer Estado de los Derechos Humanos de las Mujeres.

Esto será vital, y repercutirá no solo en la salud sexual de las menores, sino que contribuirá en la reducción de la pobreza y también en el combate del desempleo femenino.

“Una situación de embarazo antes de los 20 años aumenta las probabilidades de mortalidad infantil, así como de complicaciones obstétricas para las madres; por otra parte, se vincula con la deserción escolar temprana y reproducción de ciclos de pobreza, violencia y discriminación”, advierte el estudio.

En 2017 se reportó la cifra más baja de embarazo adolescente de la historia.

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La inclusión de la educación sexual y otros factores, como el robustecimiento de leyes y el acceso a servicios anticonceptivos, han permitido la reducción.

En cuanto a las leyes, destaca la que penaliza las relaciones sexuales con menores de edad, así como la que prohíbe el matrimonio de menores de 18 años en Costa Rica.

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Mientras que en el acceso a servicios, se puede mencionar los anticonceptivos de varios tipos.

Un ejemplo, incluido por la Caja, es el implante subdérmico, técnica anticonceptiva que evita embarazos hasta por tres años.

Durante el primer año, dicho dispositivo otorgó el beneficio a unas 2.500 adolescentes, principalmente de zonas costeras, que eran las que reportaban más embarazos adolescentes.

Otra muestra es el decreto que permite la venta a la libre de la pastilla del “día después”.

No obstante, este nuevo estudio evidenció, también, una deuda en cuanto a derechos de las mujeres en el aspecto laboral y en el combate al desempleo.