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¿Quién se robó los créditos?

Luis Alberto Muñoz redaccion@larepublica.net | Viernes 07 diciembre, 2007


Tal vez a usted ya le ha pasado, le surge una buena idea, va se la cuenta a su jefe y de pronto…, la idea ya no es suya.

En los negocios como en la vida, una de las peores sensaciones que se pueden experimentar es un robo de créditos.

Una buena idea puede significar cuantiosas ganancias, prestigio, popularidad, por esta razón en la caza de iniciativas nuevas y frescas, hoy en día no existen mayores sutilezas.

Esto principalmente debido a que la renovación de planes es crucial para la permanencia de cualquier empresa en entornos altamente competitivos.

Hacia adentro de las compañías, “llevarse los créditos” y en especial de los buenos proyectos es sumamente atractivo, tanto así que hoy muchos ejecutivos están dispuestos a hacer cualquier cosa por ellos, inclusive pasarle por encima a quien sea.

Sin ética, los motivos para cometer esta injusticia sobran, atribuirse la autoría de un plan de negocios conlleva admiración, fama y obviamente oportunidades para el impostor.

Por supuesto está claro que una persona que actúe de esta forma además de tener problemas psicológicos, genera un clima organizacional negativo para la empresa, propiciando una espiral destructiva al matar la participación de otros en la generación de propuestas.

Tomando en cuenta, que por lo general, el verdadero autor invierte mucho tiempo analizando, recopilando información, estudiando casos, para lograr idear un nuevo proyecto, la peor recompensa que se puede recibir es ver cómo otros se jactan de su plan.

En muchos casos, el robo se da en ambientes y maneras poco sutiles debido a las estructuras jerárquicas; quien ha sido despojado de sus ideas no tiene posibilidad de reclamar, como se acostumbra a decir, “si no le gusta se va”.

Y es que una vez que el proyecto pasa de manos, comúnmente el jefe le agrega o modifica partes del planteamiento inicial y… ¡listo!, se convierte automáticamente en su idea.

Entonces, si esto se convierte en una práctica repetida, ¿qué se puede hacer?

Muchos investigadores del tema de negocios aconsejan la necesidad de dejar por escrito los planes como una prueba del nacimiento de la idea.

También se recomienda enfrentar situaciones de este tipo, hablando directamente al superior, haciéndole ver la injusticia provocada por el robo de créditos.

Sin embargo, en los casos más crónicos se puede entender que esa habilidad creativa e innovadora puede llegar a ser más apreciada en otras empresas.

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