Qué se vota y qué está en juego en la "megaelección" de este fin de semana en Chile
Fernanda Paúl - BBC News Mundo | Viernes 14 mayo, 2021
Chile afronta este fin de semana una "megaelección" con claras consecuencias políticas para el país a corto y largo plazo.
No solo se elegirán a los 155 integrantes de la Convención Constitucional —que tendrá la misión de escribir la nueva Carta Magna— sino también a alcaldes y concejales para las 346 comunas (municipalidades) que integran el país y, por primera vez desde el retorno a la democracia, a gobernadores para sus 16 regiones.
Para estas cuatro elecciones simultáneas, hay nada más ni nada menos que 16.730 candidatos.
La mayor atención, sin duda, estará puesta en los comicios constituyentes pues sus integrantes serán quienes redactarán las nuevas reglas del juego que regirán en este país sudamericano por los próximas años o décadas.
El órgano será electo bajo un mecanismo de paridad de género único en el mundo, que garantizará un mínimo de participación de 45% de mujeres. Los pueblos indígenas, en tanto, tendrán 17 escaños reservados.
Desde su instalación, la asamblea contará con nueve meses para presentar un nuevo texto constitucional, pudiendo ser ampliado por 3 meses más en una sola oportunidad. Luego, a mediados de 2022, los chilenos se someterán a un nuevo plebiscito de salida para aprobar o rechazar el nuevo texto constitucional.
Pero, más allá de la Carta Fundamental, también serán importantes los resultados de las otras elecciones pues medirán la fuerza política de los distintos partidos chilenos y dará una buena idea de dónde está ubicado hoy ideológicamente el electorado, tras un año y medio de incesantes protestas y descontento social.
Esto es particularmente significativo si se considera que quedan solo seis meses para la elección presidencial.
Así, la jornada eleccionaria genera fuerte expectación en el país liderado por el presidente Sebastián Piñera.
A continuación te contamos qué es lo que está en juego en estos comicios y por qué es importante para el futuro de una nación fuertemente tensionada.
Conformación política de la Convención Constitucional
Es lo que todos los expertos electorales estarán mirando mientras comiencen a aparecer los primeros resultados de los comicios constituyentes: cómo quedará conformado el órgano respecto a las distintas fuerzas políticas.
Esto es vital para el desarrollo del nuevo texto constitucional pues determinará su carácter ideológico.
Por ejemplo, respecto al rol del Estado, los grupos de derecha se inclinan más por mantener el actual modelo, donde este tiene un papel subsidiario, mientras que los sectores de izquierda abogan por un Estado más protagónico en lo social, que garantice derechos como la salud o la educación.
Aquí es importante tener en consideración que para que una norma sea aprobada, deberá contar con el apoyo de dos tercios de sus miembros.
Así, según el cientista político Kenneth Bunker, "lo más importante será saber si es que algún sector por sí solo logra los dos tercios. O, en su defecto, si la derecha logra llegar al tercio para bloquear cualquier iniciativa que pueda surgir desde la oposición".
En caso de que un sector político logre reunir más de dos tercios de la asamblea, Bunker afirma que se abren escenarios "más drásticos".
"La amenaza sería que se pudiese avanzar unilateralmente sobre cualquier proyecto", señala.
Ahora bien, dado que los integrantes de la convención se elegirán con un sistema electoral proporcional (que es el mismo que se utiliza para la elección de diputados y senadores de ese país), expertos creen que es difícil que un grupo obtenga una mayoría de dos tercios o más.
"Es difícil pensar que va a ser una Constitución excesivamente progresista, pero sí va a estar más acorde con el pensamiento ideológico de Chile", dice a BBC Mundo Javier Sajuria, doctor en ciencias políticas del University College London (UCL).
Lo que suceda con los candidatos independientes a la Convención Constituyente también es un factor que los expertos electorales mirarán de cerca.
En total, de los casi 1.300 candidatos, más de 500 son independientes. Es decir, alrededor del 40% de los postulantes no pertenecen a ningún partido político.
Esto augura un alto nivel de diversidad y fragmentación de la asamblea, y hace aún más difícil especular qué puede pasar durante el período de redacción de la Carta Fundamental.
"Si uno compara y estudia las otras veces que Chile ha escrito constituciones, se da cuenta de que esta vez vamos a tener el órgano más diverso de la historia del país", dice Sajuria.
Sin embargo, los expertos advierten de que el sistema electoral proporcional beneficia a los candidatos de las coaliciones políticas. Y esto puede significar una decepción importante para quienes desde el estallido social de octubre de 2019 piden una nueva Constitución escrita "por el pueblo".
"Puede darse el caso de que los independientes saquen muchos votos y pocos escaños. Entonces la pregunta es: ¿cómo se legitima el proceso si son solo fuerzas políticas tradicionales quienes están tomando decisiones?", apunta Kenneth Bunker.
Un "termómetro" de cara a la elección presidencial
En Chile, históricamente las elecciones de alcaldes y concejales han sido una especie de "termómetro" para medir las preferencias políticas del electorado de cara a los comicios presidenciales, que siempre se realizan poco tiempo después.
Así, a seis meses de que este país sudamericano elija al próximo jefe de Estado en noviembre de 2021, los resultados de esta "megaelección" (que ahora, además, incluye a gobernadores) son particularmente relevantes para quienes piensan postular a la presidencia.
Y se espera que sus consecuencias sean inmediatas: el próximo miércoles 19 de mayo, los conglomerados políticos deben inscribir a sus candidatos a las primarias presidenciales y, de acuerdo con los expertos consultados por BBC Mundo, la decisión se verá fuertemente influenciada por los resultados de este fin de semana.
"Sin duda tendrá un efecto en la presidencial porque constata dónde está parado el electorado y determina el peso de los partidos políticos", explica Bunker, quien además lidera Tresquintos, un sitio chileno de análisis político y pronósticos electorales.
"La señal más importante que va a tener esta elección es si el país se izquierdizó más o está exactamente igual a donde estaba. Hay buenas razones para sostener ambas tesis y solamente lo vamos a saber cuando se cuenten los votos", agrega.
A modo de ejemplo, es interesante analizar en detalle lo que puede pasar dentro de la Unión Demócrata Independiente (UDI), el partido político de derecha chileno que hoy tiene dos candidatos presidenciales dispuestos a competir: Joaquín Lavín y Evelyn Matthei.
Ambos tienen una larga trayectoria en política tras pasar por varios puestos de liderazgo (desde alcaldías hasta ministerios) e incluso han postulado anteriormente a la presidencia.
"Si el país se movió hacia la izquierda, Evelyn Matthei no será tan buena candidata porque está más encasillada en la derecha tradicional. Lavín, en cambio, puede moverse con mayor comodidad hacia el centro", explica Bunker.
En los sectores de izquierda, en tanto, será importante saber el apoyo que obtenga el Frente Amplio, una coalición que irrumpió hace un par de años en Chile y que ha venido a desafiar el poder de las dos fuerzas políticas tradicionales, Chile Vamos (derecha) y Nueva Mayoría (centroizquierda).
Estas elecciones también serán importantes para medir el apoyo ciudadano del candidato presidencial del Partido Comunista chileno, Daniel Jadue, quien ha liderado las preferencias en varias encuestas y está respaldando ahora a distintos postulantes a gobernadores, alcaldes y concejales.
"Las elecciones ayudarán a saber cuál es la fuerza real que él tiene. Es para asustar a los rivales, definir su posición y conseguir más apoyo", explica Bunker.
La aprobación de Piñera
De acuerdo con la última encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), publicada a fines de abril, el presidente Piñera cuenta solo con un 9% de aprobación entre los chilenos, el nivel más bajo durante su segundo mandato. La desaprobación, en tanto, alcanza el 74%.
Esto puede influir negativamente en los resultados que obtenga Chile Vamos, la coalición que lo apoya.
"El gobierno hoy es una carga para cualquier candidatura, es un activo tóxico porque tiene un nivel muy bajo de aprobación", dice Sajuria.
"Tiene que aceptar que su rol después de las elecciones será de asumir culpas, si les va mal, y de quedarse callados si les va bien", agrega.
De esta manera, se especula que los nueve meses que le quedan a Piñera en el poder (el recambio es en marzo de 2021) no serán fáciles.
"La administración actual pasó a ser irrelevante; no tiene el control de la agenda", dice Bunker.
Sajuria, en tanto, cree que a pesar de que el gobierno intentará "mantener cierto control de la agenda legislativa", lo cierto es que "lo que está pasando es que la oposición le está imponiendo la agenda".
¿Cómo puede la pandemia afectar la participación?
Por último, otro factor a tener en cuenta en esta "megaelección" es el nivel de participación ciudadana.
Para el plebiscito realizado en octubre del 2020, donde los chilenos aprobaron por una amplia mayoría cambiar la actual Constitución, la participación fue de un 50,9%. Este número representó la votación más alta desde 2012, cuando comenzó a regir el voto voluntario en este país.
En las últimas dos elecciones presidenciales (2013 y 2017), la participación en la segunda vuelta estuvo cerca del 49%.
Las elecciones de alcaldes y concejales, sin embargo, siempre han tenido una menor votación, alrededor del 34%.
Si bien es difícil de predecir la cantidad de personas que se animarán a votar, esta vez hay un factor relevante a tomar en cuenta: la pandemia de coronavirus.
Actualmente, Chile está saliendo tímidamente de una segunda ola de contagios que tuvo su pico con más de 9.000 nuevos casos diarios a principios de abril. Por lo mismo, hay varias ciudades que aún están en cuarentena total.
"Es razonable pensar que la pandemia va a asustar a muchas personas y no van a ir a votar, particularmente en aquellas zonas donde se crea que su voto no va a tener efecto", explica Sajuria.
Si la participación es demasiado baja, la gran interrogante que se abrirá es si se podrían deslegitimar el proceso constituyente y las nuevas autoridades.
"Ya hemos tenido varias elecciones con participaciones bajas y no ha sido un tema muy complicado", dice Sajuria.
"Pero claro, si me hablas de un 25% o 30% de participación, sí puede ser un problema", agrega.
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