País tendrá protocolo para monitorear estado de los arrecifes rocosos

Los arrecifes rocosos son considerados piedras vivas por la gran cantidad de organismos invertebrados que se asocian, además de albergar peces y otras especies como tortugas, rayas y tiburones, pero a la fecha no habían sido evaluados como un sistema de importancia dentro de las áreas protegidas.

Desde el 2018 el Laboratorio de Estudios Marino Costeros de la Universidad Nacional (UNA) trabaja en un protocolo de monitoreo para estos ecosistemas, que permita evaluar su estado y respaldar un proceso de toma de decisiones con respecto a los recursos acuáticos con que cuenta determinada Área Marina Protegida (AMP).

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“Nosotros creamos una metodología que luego fuimos a aplicar en los arrecifes rocosos con los guardaparques. La idea es contar con una línea base de estudio, donde año con año se pueda realizar este monitoreo y conocer cuál es el estado del ecosistema dentro del AMP”, explicó Karol Ulate, parte del equipo de la Escuela de Ciencias Biológicas de la UNA.

Una vez aprobado este protocolo por parte del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), se aplicará en todo el país.

Su aplicación es indispensable por la incerteza del estado de conservación de los ecosistemas marinos y terrestres que se han protegido por más de 55 años, detalló por su parte Andrés Jiménez, funcionario del Sinac.

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Este protocolo agrupa indicadores como: contaminación por residuos sólidos, la riqueza y densidad de macroinvertebrados, biomasa de peces y cobertura de corales y otros organismos como esponjas marinas, así como indicadores para estar atentos ante especies con posible potencial invasor que afecte a los ecosistemas.