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Lo que no se dice de la gripe A

Luis Alberto Muñoz redaccion@larepublica.net | Viernes 31 julio, 2009



Lo que no se dice de la gripe A


He sentido una enorme indignación por la manera fría y deshumanizada en que se han tomado las muertes “atribuidas” a la gripe A (H1N1).
¡Ah, una muerte más, en total ya son 22!
“Este señor murió porque era gordo, el otro porque fumaba, esta señora porque tenía asma”.
En cierto modo se ha aceptado la justificación de que las personas mueren por tener enfermedades crónicas, sin embargo la atención de los pacientes se mantiene como incógnita.
Lo que más me preocupa es el tiempo de espera para determinar si la persona tiene el virus de la gripe A u otra enfermedad.
Recientemente tuve conocimiento a través de un caso, sobre el proceso que se sufre tras ingresar al hospital.
Este paciente denominado Pedro, para proteger su identidad, ingresó en la madrugada con muestras tomadas listas para ser enviadas al Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa, único ente nacional escogido para elaborar la prueba).
Sin embargo, hasta 2 días después (pasadas más de 48 horas), las muestras de Pedro llegaron al Inciensa. Por su parte, este Instituto realizó el análisis hasta el día siguiente, debido a que solo se hace en grupos y si la muestra llega tarde debe esperar.
Para dar los resultados el Inciensa duró 3 días.
Si sumamos, en total Pedro esperó 5 días, lo cual fue rápido comparado con casos de decesos que esperaron hasta 10 días según lo expuesto por la prensa.
Durante esta larga espera, a Pedro no se le aplicó ningún antibiótico o tratamiento contra las altas temperaturas, solo a punta de acetaminofén y antivirales que ayudaban poco contra la fiebre. Por 5 días estuvo con paños de agua que debía aplicarse él mismo.
Pedro logró sobrevivir a las largas fiebres, pero durante este sufrimiento manifestaba deseos de morir. Para su fortuna, el tratamiento de antibióticos llegó antes que la muerte, gracias a la presión de sus familiares a quienes las autoridades médicas habían mantenido aislados y con escasísima información. El tratamiento de Pedro se adelantó por un examen alternativo que tuvieron que pagar en un hospital privado.
Por supuesto no todas las personas tienen la misma resistencia que Pedro.

lmunoz@larepublica.net

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