¡La zona de gestación!

Si hay tres jugadores en la Selección Nacional, que no pueden quejarse por falta de oportunidades desde que Gustavo Matosas asumió la dirección técnica, son Jimmy Marín, Randall Leal y Mayron George.

Rostros nuevos que no jugaron los mundiales de Brasil y Rusia, han sido estelares en las formaciones del uruguayo, y entraron como titulares en el último partido que se perdió en Perú.

La alineación de la Tricolor en Lima fue arriesgada, fue agresiva, en tanto Matosas elimina la plaza de un volante central (Allan Cruz) y da paso a la experiencia y el talento de un veterano como Christian Bolaños, para plantar un 4-4-2, precisamente con Marín, Leal, Bolaños y Celso Borges en la medular y adelante, Joel y George.

Sin embargo, la propuesta no funcionó, y no le ha funcionado a don Gustavo, porque la Tricolor no encuentra el tipo de futbolista que con arte, fantasía, imaginación, rompa la retaguardia enemiga y ponga a los artilleros, en este caso Campbell y Mayron, en posición de ventaja frente al marco rival.

El fútbol costarricense no cuenta hoy con volantes creativos, gestores de buen fútbol, tipos como Pato López y Paté Centeno, capaces de romper un muro defensivo con un servicio inteligente.

La zona de gestación, esa misma que lideró en los últimos mundiales Bryan Ruiz, no carbura, y cabe entonces responsabilidad en esa limitación, precisamente en figuras como Marín y Leal, en las que Matosas ha depositado toda su confianza.

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La Selección Nacional se rompe, se parte en dos, desde la zona de los volantes centrales hacia adelante. Normalmente, el ariete Mayron George recibe el balón de espaldas al marco rival, asediado y marcado por un par de defensores. Además, no tiene socio, porque Campbell juega muy abierto por la derecha.

Repasemos momentos exitosos de la Tricolor, cuando se celebraron anotaciones gracias a la sociedad que formaron Joel y Marco Ureña, hoy disuelta.

Si analizamos el gol de Perú, una obra de arte en ofensiva, vemos que en un contraataque fulminante, Ruidíaz le sirve un pase “con ventaja” a Christian Cueva. El balón le llega por delante al delantero, lo que le permite, y le facilita la acción para quebrar dos veces la marca de su tocayo Gamboa y crucificar a Moreira. Si el servicio de Ruidíaz llega a la espalda de su compañero, la acción ofensiva se complica y probablemente muera.

Pues bien, así de simple.

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La zona de gestación de Costa Rica, no produce, no construye, no arma, acciones de este tipo y ese es el tumor letal que aniquila las posibilidades de gol y de victoria. Frente a Perú, Mayron George solo recibió un balón de frente al marco, y gracias a su potencia física, sostuvo la marca de Araujo, remató fuerte y obligó al portero Gallese a gran intervención.

Frente a Perú, se combinaron los puntos fuertes de nuestro seleccionado como son la portería y la zona central defensiva, los volantes centrales marcan bien y recuperan, tanto que hace rato que a Costa Rica no la golean; pero, una vez que Celso, o Gamboa, u Oviedo, o Cruz recuperan el balón, ahí, en ese instante, el fútbol de la tricolor se hunde en la mediocridad y la inoperancia, dando, lamentablemente, paso a la frase chistosa de que es más peligroso un ataque de amebas, que el del seleccionado patrio.