Jornadas 4/3: Un avance estratégico para la competitividad y el bienestar laboral
Rodney Salazar redaccion@larepublica.net | Lunes 05 mayo, 2025

Rodney Salazar
Presidente
Cámara de Comercio Exterior de Costa Rica ( Crecex )
En el marco del debate nacional sobre la modernización del régimen laboral costarricense, esta semana, el candidato oficial del Partido Liberación Nacional, ha manifestado que, dadas las circunstancias actuales del país y del propio proyecto de jornadas 4/3, aún no encuentran suficiente certeza sobre el equilibrio entre los derechos de las personas trabajadoras y las condiciones necesarias para la competitividad empresarial. Estas declaraciones distorsionan la percepción del ciudadano costarricense haciendo ver como si la propuesta podría representar un retroceso en los logros labores históricos adquiridos.
Desde la Cámara de Comercio Exterior de Costa Rica (CRECEX), respetamos la diversidad de criterios, pero consideramos que es precisamente en momentos como este —cuando se requieren respuestas estructurales, técnicamente sólidas y socialmente responsables— donde el liderazgo político debe abrir espacio al diálogo informado y a las soluciones de largo plazo. Lejos de significar un retroceso, el expediente 24.290 representa una oportunidad concreta para avanzar hacia un modelo laboral más flexible, inclusivo y alineado con las dinámicas globales, sin renunciar a la protección de los derechos fundamentales de la persona trabajadora.
El proyecto de ley que establece jornadas laborales excepcionales 4/3 —cuatro días de trabajo y tres días de descanso consecutivo— representa un paso histórico en la modernización del mercado laboral costarricense. Propuesto en el expediente legislativo 24.290 y con dictamen afirmativo por parte de la Comisión de Jurídicos de la Asamblea Legislativa, esta iniciativa responde a una necesidad real de adaptabilidad en sectores altamente tecnificados y globalizados, garantizando simultáneamente la protección de los derechos laborales.
Lejos de precarizar las condiciones de trabajo, la propuesta configura un modelo balanceado que contempla estándares internacionales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el respeto absoluto a principios constitucionales. Se establecen requisitos estrictos: la aplicación se limita a actividades de manufactura avanzada, ciencias de la vida y servicios corporativos que operan en regímenes continuos de 24 horas, donde la dinámica productiva exige turnos sucesivos para mantener la operación sin interrupciones.
Entre las principales fortalezas del proyecto destaca la obligatoriedad de la voluntariedad del trabajador, el respeto a la salud ocupacional mediante evaluaciones semestrales, el establecimiento de descansos efectivos y remunerados dentro de la jornada diaria, y la protección salarial con incrementos del 17% y hasta un 25,5% sobre el salario mínimo, según corresponda la modalidad diurna o nocturna. Además, se incluye la prohibición de imponer estas jornadas a menores de edad, mujeres embarazadas, o personas con condiciones médicas vulnerables.
La legislación establece un equilibrio entre flexibilidad y protección: se permite la adecuación de las jornadas a la realidad de los mercados globalizados y la operación en múltiples zonas horarias, mientras que simultáneamente fortalece mecanismos de fiscalización, denuncia y sanción para garantizar el respeto irrestricto a los derechos de los trabajadores.
Este nuevo esquema de jornadas no solo favorece la atracción de inversiones en sectores estratégicos, sino que también promueve la generación de empleo formal y especializado, impulsa la competitividad de Costa Rica frente a otros destinos de inversión, y abre nuevas posibilidades para el crecimiento de industrias tecnológicas, farmacéuticas y de servicios avanzados.
CRECEX respalda firmemente esta propuesta, por cuanto contribuye al fortalecimiento del clima de negocios del país, fomenta el desarrollo de talento humano especializado, y moderniza la legislación laboral acorde a las exigencias de la economía del siglo XXI.
En un mundo cada vez más desafiante y en un país donde la competitividad enfrenta serias amenazas, no se puede ser tímido. Se requiere voluntad y valentía política para impulsar cambios de fondo, pensando más allá de los ciclos políticos de cuatro años y apostando a un verdadero plan país de largo plazo. Seguir haciendo lo mismo sin innovar en políticas públicas solo traerá los mismos resultados. Costa Rica merece un futuro competitivo, moderno y sostenible, y proyectos como este son parte esencial de esa ruta.