Investigar antes de decidir

Ha transcurrido solo un año desde que el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) anunciara el rompimiento de sus relaciones comerciales con Alcatel, cuando ya se valora la posibilidad de recibirle a la empresa más líneas celulares y otros equipos a cambio de una multa que se le aplicó por fallas en la cobertura de la red celular de la tecnología GSM, como lo adelantó LA REPUBLICA ayer.

En enero de 2007 las autoridades del Instituto fueron enfáticas en que el término de la relación se debía a las constantes fallas en el servicio móvil que ofrecía el proveedor y las denuncias por supuesta corrupción.

Incluso en ese entonces utilizaron expresiones como que “no había deseo de darles premio a los mal portados”, haciendo alusión a la serie de investigaciones que pesaban sobre la multinacional.

A Alcatel se le siguen varios procesos civiles y penales en el país a raíz de los escándalos de corrupción que presuntamente se le atribuyen.

Tal y como lo informó este medio de comunicación, Pedro Pablo Quirós, presidente ejecutivo del ICE, defiende el intercambio de una multa de $60 millones por 200 mil líneas con el argumento de que han enfrentado problemas técnicos para garantizar la buena operación de la plataforma GSM adquirida a la misma compañía en 2003.

Independientemente de la conveniencia de la transacción, aquí hay un proceso que no se ha cumplido como lo es investigar a profundidad a las compañías antes de retomar negociaciones con ellas.

Con mayor razón esta etapa debe ser cumplida si se tienen antecedentes o malas experiencias registradas en el pasado.

Antes de proseguir con una relación comercial o incluso llegar a ampliarla, resulta indispensable que las autoridades competentes emitan una resolución sobre las investigaciones en curso para sentar así responsabilidades.

Con descubrimientos positivos o negativos, se debe cumplir un proceso de investigación antes de comprometerse más con una empresa y, en este caso, esa etapa aún no se ha agotado.