Fusión Bayer-Monsanto despierta ira de grupos ecologistas

Bayer y Monsanto nunca pensaron que tendrían obstáculos para lograr la aprobación de una posible fusión por los entes reguladores antimonopolio de la Unión Europea y Estados Unidos.

Bayer está cada vez más cerca de adquirir a Monsanto en un acuerdo que crearía la productora de semillas y pesticidas más grande del mundo, dijeron fuentes del sector. Se podría llegar a un acuerdo en las próximas dos semanas, lo que allanaría el camino para que las empresas comiencen a buscar la aprobación de los entes antimonopolio, un proceso que podría resultar extenso.

Sin embargo, grupos ecologistas y de defensa del consumidor están instando a los reguladores a bloquear directamente la operación. Miembros del Parlamento Europeo crearon peticiones online en las que afirman que la transacción “dominaría el mercado de semillas en Europa” y limitaría las opciones en una industria que ya está concentrada.

El director de ciencia de cultivos de Bayer, Liam Condon, minimizó el examen de los entes antimonopolio en junio, cuando le dijo al Frankfurter Allgemeine Zeitung que las empresas tenían carteras de productos en preparación y redes de distribución regional “altamente complementarias”. Los posibles problemas de competencia podrían requerir la venta de divisiones pequeñas, dijo él.

El acuerdo entre Bayer y Monsanto llegaría tras otras dos adquisiciones multimillonarias en la industria agrícola: la de Syngenta por China National Chemical, por $43 mil millones, y la fusión entre Dow Chemical y DuPont ,que creó la empresa de productos químicos más grande del mundo.

{l1}monsanto_rechaza_oferta_de_bayer{/l1}

Brandon Mitchener, portavoz de Monsanto en Bruselas, minimizó las críticas de los grupos ecologistas.

“Hablando hipotéticamente, me cuesta ver cómo la adquisición de una empresa cuyas semillas ayudan a alimentar al mundo por otra cuyos productos nos ayudan a mantenernos sanos por más tiempo podría ser menos que sagrada”, dijo Mitchener.

Como mínimo, un acuerdo entre Bayer y Monsanto podría ser objeto de una investigación exhaustiva de la UE, lo que podría insumir unos seis meses para compilar evidencia de rivales y clientes. Luego, los entes reguladores podrían exigir que las empresas enfrenten cualquier problema posible con ventas o cambios de conducta en el futuro, lo que podría habilitar la operación.