Ser ejecutivo en la toma de decisiones y después controlar daños serían los objetivos del presidente
“Estilo gerencial” de Rodrigo Chaves sacudió al país y pondría de cabeza relación con sectores
Prensa y gremios asociados a la salud fueron los primeros en conocer nueva forma de gobernar desde Zapote
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Lunes 16 mayo, 2022
Algunas de las acciones del nuevo presidente Rodrigo Chaves podrían considerarse contradictorias, mientras que su relación con los medios de comunicación ya es un poco caótica, con algunos errores y malinterpretaciones.
Sin embargo, no se trataría de eso, sino de “un nuevo estilo de gobernar” en Casa Presidencial, según varios analistas consultados por LA REPÚBLICA.
Y es que en su primera semana de trabajo, Chaves sacudió al país al eliminar el uso obligatorio de la mascarilla en todos los espacios públicos.
Al mismo tiempo, dijo que acabaría con la directriz de la vacunación obligatoria, para después retractarse y poner a Natalia Díaz, ministra de la Presidencia, a señalar que se trató de un malentendido y que “él nunca aseveró que eliminaría la vacunación obligatoria”.
“Se trata de un estilo gerencial y ejecutivo que es proclive a la toma de decisiones inmediatas y después, se hace un control de daños y se arregla lo que sea necesario (…) Los que hemos trabajado en organizaciones de alto nivel entendemos de estilos gerenciales. El actuar del Presidente es, a todas luces un estilo agresivo, de riesgo. Ese estilo, parte de un principio: actuar y luego el control de daño”, dijo Iván Barrantes, analista y consultor.
En medio de todo esto, las críticas de sectores asociados a la salud como el gremio de médicos, trabajadores de la Caja y hasta figuras políticas como Rodrigo Arias, presidente del Congreso, cuestionaron las decisiones sanitarias de Chaves por ser inoportunas en medio de la pandemia y por supuestamente no tener criterio científico.
Sin embargo, al final del día Chaves superó la crisis, se retractó o cambió el discurso y controló el posible daño en unos cuantos días, a la vez, que dejó la polémica decisión en manos de la Comisión Nacional de Vacunación.