En Herediano no piensan que los equipos de México estén a años luz

Tras la abrumadora derrota sufrida por el Club Sport Herediano frente al Pachuca, el técnico Héctor "Pity" Altamirano ofreció una reflexión franca y objetiva sobre el desempeño de su equipo en el partido de ida de los cuartos de final de la Copa de Campeones de la Concacaf.

Altamirano reconoció sin reservas la superioridad del Pachuca, describiendo su desempeño como "distinto" y con una intensidad que superó a la del Herediano. Destacó la efectividad del equipo mexicano y su capacidad para generar oportunidades de gol, admitiendo que su equipo se vio superado en todos esos aspectos.

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El técnico del Herediano elogió el planteamiento táctico del Pachuca, calificándolo como "prácticamente excelente" y reconociendo que su equipo no pudo contrarrestar eficazmente la estrategia de su rival. Aceptó el resultado con humildad y determinación, señalando que lo único que queda es aceptar la derrota y seguir adelante.

A pesar de la contundente derrota, Altamirano mantuvo la confianza en su equipo y en su capacidad para recuperarse. Subrayó la importancia de levantar la cabeza y concentrarse en los próximos desafíos en la liga local, donde el Herediano aún lidera a pesar de algunos tropiezos recientes.

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El técnico rechazó la noción de que el fútbol costarricense esté a años luz del mexicano, argumentando que su equipo trabaja arduamente y compite con determinación. Atribuyó la derrota a la falta de inteligencia y la incapacidad para enfrentar las superioridades que el Pachuca demostró en el terreno de juego.

“En mi opinión, no creo que el fútbol tico esté a años luz del mexicano. No hay excusas; tratamos de competir y trabajamos duro. Al final, nos faltó ser más inteligentes y buscar atacar las superioridades que ellos desarrollaron”, dijo.

Mirando hacia el futuro, Altamirano expresó su esperanza de cerrar dignamente la serie en el estadio Hidalgo, aunque reconoció la dificultad de la tarea. Mantuvo una actitud optimista, destacando la importancia de competir hasta el final y dejando abierta la posibilidad de un giro sorprendente en el partido de vuelta.