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COLUMNISTAS


Dos inspiradores ejemplos público-privados de acción social

Miguel Angel Rodríguez marodrige@gmail.com | Domingo 23 octubre, 2022


Esta semana agradezco a Dios la dicha de reforzar mi fe en la bondad de las personas y su capacidad de hacer el bien. Dos ejemplos, uno extranjero y uno nacional. Dos actividades en que se unen lo privado y lo público, lo empresarial y lo social, muy diferentes pero ambas exitosas. Exitosas en promover la felicidad y el desarrollo humano.

La cortesía exige empezar por el ejemplo extranjero.

El pasado viernes viajé a México para colaborar con actividades de la Academia de Líderes Católicos (ALC) en sus actividades en ese país. Tuve el gusto de reunirme con el Presidente del Consejo Internacional de la ALC el Cardenal Carlos Aguiar Arzobispo de la Ciudad de México, con dos Obispos de esa ciudad y con dirigentes de ALC México, y participé en un encuentro nacional de jóvenes que han tenido ya la ocasión de participar en las Escuelas de Formación en Doctrina Social de la Iglesia en el ámbito de ALC que operan en diversas Diócesis de México. Después me trasladé a Chihuahua con la finalidad principal de participar en un Diplomado que está impartiendo la ALC de esa ciudad.

Allí disfruté de compartir con empresarios católicos que apoyan a la ALC, y entre ellos con el Ing. Samuel Kalisch fundador de FECHAC (Fundación del Empresariado Chihuahuense A C), organización que me impresionó profundamente como un muy exitoso caso de responsabilidad social compartida.

FECHAC se originó en una gran calamidad: inundaciones en setiembre de 1990 que eliminaron sectores enteros de vivienda de familias de muy escasos recursos.

Don Samuel y un grupo de empresarios amigos se movilizaron a socorrer a sus vecinos, pero se dieron cuenta que esa tarea era muy grande, y necesitaban la ayuda de todo el sector empresarial. Convencieron a los empresarios del Estado de Chihuahua de colaborar con un aumento de un impuesto estatal sobre los empresarios, que por unos años se estableciera para que ellos mismos, los empresarios con su trabajo y dirección los dirigieran hacia programas de asistencia y promoción social. La mayor parte de los proyectos surgen de propuestas de las propias comunidades, aunque algunos son iniciativa de FECHAC.

Es extraordinaria esa vocación de servicio de los empresarios que se prolonga desde entonces y que los lleva a integrar Consejos de Empresarios en las diversas zonas del país, que no solo dirigen las actividades y seleccionan los proyectos sino también participan con su trabajo y conocimientos personales, obligándose a un mínimo de horas de servicio.

¡Qué maravilloso ejemplo de empresarios con verdadera vocación a la amistad social como llama el Papa Francisco al ejercicio en lo público de nuestra obligación a la fraternidad!

¡Qué maravilloso ejemplo de políticos que apoyan el gran potencial de las colaboraciones público-privadas, y superando los naturales celos de nosotros las personas, saben aprovechar las capacidades de los empresarios!

También esta semana tuve el privilegio de participar en la celebración del 90 aniversario de la Asociación Roble Alto, que hoy preside mi amigo Donald Murillo, como lo hacía en un período anterior cuando algunos de mis nietos celebraron sus cumpleaños con los chiquitos de las instalaciones en las montañas de Heredia.

Se originó Roble Alto en 1932 cuando los misioneros cristianos Enrique y Susana Strachan fundan La Asociación Roble Alto por el Bienestar del Niño, que forma parte del enorme legado de estos abnegados esposos que también fundaron las Iglesias Bíblicas Costarricenses, la Clínica Bíblica, la Radio Faro del Caribe, el Colegio Monterrey y una casa editorial.

Roble Alto inició con el Hogar Bíblico en San José de la Montaña con 8 niños en 1932, y es hoy una maravillosa comunidad de casitas donde familias dan amparo a niños en necesidad de apoyo, donde también funciona una escuela abierta a la comunidad, y además opera cuatro instalaciones en barrios populosos de San José para la atención diaria a cientos de niñitos.

Roble Alto recibe cooperación del gobierno a través del Patronato Nacional de la Infancia, la Junta de Protección Social y el IMAS, pero solo es posible su operación gracias a los procesos productivos que se establecieron desde 1967. En sus actividades empresariales operan una exitosa y muy moderna granja para la producción de pollitos para engorde y para huevos.

Es por ello de nuevo un ejemplo evidente de las bondades de las alianzas público-privadas, con conocimientos empresariales y espíritu cristiano.

Es además un maravilloso ejemplo de ecumenismo.

En la celebración de los 90 años de Roble Alto tuve el gusto de sentarme a la par de otro querido amigo de nuestra familia, el Padre Sergio Valverde fundador de las Obras del Espíritu Santo, que movido por igual amor a sus semejantes como Enrique y Susana Strachan también dirige una institución que brinda inmenso bienestar a miles de niños, ancianos y personas en la miseria que requieren de la solidaridad fraterna de los costarricenses. Hoy nos da ejemplo con su atención alimentaria e incluso de hospedaje a muchos de los miles de inmigrantes venezolanos que este año -padeciendo sus pobrezas y fortalecidos por la esperanza- transitan por nuestra patria.

¡Cuánto más podríamos hacer las personas si nos dejáramos mover por el amor de Dios y fuésemos verdaderos hermanos de nuestros semejantes?


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