Competir por zonas francas
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 07 enero, 2008
En el tema de las zonas francas, así como en muchos otros, Costa Rica debe moverse con rapidez, adecuada visión y clara conciencia de la competencia.
Como se señala en un trabajo especial de LA REPUBLICA hoy, en otros países del área, especialmente Panamá, se busca atraer inversionistas extranjeros hacia zonas francas y esto significa que los esfuerzos deben redoblarse para competir.
En ese sentido, son varios los frentes en los que es necesario actuar y ninguno puede esperar, pero también es cierto que esas medidas, que se tomarían para atraer capital, ampliar fuentes de trabajo, recursos fiscales y otros por medio de las zonas francas son, en muchos casos, acciones que pueden beneficiar en general otros sectores de la producción.
Se trata de puntos débiles que se mencionan un día sí y otro también justamente porque inciden de lleno en diversas áreas productivas y retrasan el crecimiento.
Entre ellos, los tan conocidos excesos de trámites por no haberse implementado un sistema que los simplifique, garantizando a su vez su efectividad y transparencia.
Además, la falta de una estrategia adecuada y bien implementada para reforzar el encadenamiento productivo, de manera que empresas nacionales ubicadas fuera de las zonas francas abastezcan a estas en materias primas.
Tal como lo menciona en el citado artículo Timothy Scott, director ejecutivo de la Asociación de Empresas de Zona Franca, también se debe tomar en cuenta que como producto de la ampliación de la brecha social ha empeorado la situación de la seguridad en el país, lo que había sido un punto comparativo ventajoso para Costa Rica, y uno de los factores tomados en cuenta por los inversionistas.
Las inversiones en educación y salud son claves, si fallan, el país no contará con suficiente mano de obra saludable y adecuadamente capacitada para enfrentar con éxito las nuevas exigencias de la producción. El país no puede soslayar la necesidad de inversión en capital humano como tampoco puede desatender la infraestructura.
La atención a estos y otros aspectos en los que el país requiere un fuerte impulso, sumado a un punto de equilibrio entre intereses fiscales y empresariales, sería una buena señal enviada al mundo para seguir captando la atención de quienes buscan un lugar seguro y eficiente donde invertir y producir.