Comienza pulso para regular publicidad de licor

Para el Instituto de Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), desde que se le quitó la potestad de controlar los anuncios, el bombardeo de la publicidad ha incidido en el aumento del consumo de bebidas alcohólicas en los últimos años.

Por esto plantea modificar la ley vigente y retomar el control de la publicidad, competencia que se le quitó en 2012.

“La publicidad y la promoción estimulan el consumo en población meta que principalmente es influenciable: los menores de edad, en virtud de su inmadurez psicológica. Estamos inmersos en una cultura alcohólica: las personas toman cinco bebidas en una sentada, se vende como un producto ordinario, hay una facilitación a su acceso, con un minisúper, es de bajo costo y las bebidas cada vez las hacen más refrescantes de colores, edulcoradas”, ejemplificó Luis Eduardo Sandí, director ejecutivo del IAFA.

Además de controlar los anuncios, el Instituto considera que, al igual que se logró con la ley de control de tabaco, los impuestos a estas bebidas podrían desestimular su consumo.

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“Tal y como se hizo con el tabaco, la prohibición y aumento de impuestos fueron estrategias determinantes para reducir el consumo. Parece que esa misma estrategia es válida para el alcohol. Los impuestos son importantes para hacerlos menos accesibles económicamente, pero la conciencia social es más importante”, añadió Sandí.

Sin embargo, en el otro bando están las empresas comercializadoras de bebidas alcohólicas que consideran que darle dicha potestad al IAFA no sería parcial.

“El Ministerio de Salud es el ente rector y quien ejerce y tiene experiencia en el tema regulatorio. Aprueba los registros sanitarios, permisos de funcionamiento, etc. El IAFA no ejerce ningún tipo de regulación por lo que no tiene el conocimiento técnico necesario”, afirmó Gisela Sánchez, directora de Relaciones Corporativas de Fifco (Florida Ice & Farm Co.).

Otro aspecto que critican es la falta de capacidad del IAFA para velar por la publicidad en todo el territorio nacional.

“Con esa ley se amplían las funciones de control que debe hacer el Ministerio de Salud con las 82 municipalidades del país en tema de publicidad, capacidad que hoy no tiene el IAFA, porque no es un órgano regulatorio per se. El IAFA debe enfocarse en su misión: atender a las personas que tienen algún tipo de adicción”, resumió Sánchez.

Por otra parte, estas empresas se escudan en que su producto está dirigido a adultos sanos, que responsablemente eligen tomar. Además, que instan a un consumo moderado e inteligente.

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“La promoción del consumo inteligente de alcohol es parte esencial de la estrategia de sostenibilidad de Fifco y su principal responsabilidad con la sociedad. El no consumo de menores de edad, la autorregulación publicitaria, así como otras iniciativas enfocadas en la educación relacionada a bebidas alcohólicas, forman parte de esta agenda”, agregó Sánchez.

Sin embargo, en este aspecto el IAFA es radical, ya que alega que el consumo moderado o inteligente de alcohol es una falacia.

“Esa política de responsabilidad social va a contrapelo, contra la evidencia científica. No hay un consumo no riesgoso del alcohol. El alcohol trae repercusiones en la salud, en lo social, se relaciona con casos de violencia intrafamiliar, con suicidios, los consumos tempranos elevan la probabilidad de desarrollar dependencia”, advirtió Sandí.

LA REPÚBLICA consultó a Diageo y a Flor de Caña su posición al respecto; sin embargo, al cierre de esta edición no se obtuvo respuesta.