Chocan las potencias
Giuliana Llanes gllanes@larepublica.net | Sábado 23 junio, 2012
Chocan las potencias
Dos duelos de pronósticos reservados darán a los últimos semifinalistas de la Eurocopa
Lucha entre vecinos
España y Francia comparten más que una frontera, ambos son equipos con identidades futbolísticas similares, gustosos del buen toque de la pelota y cuyo fútbol dio el salto en los últimos 15 años. Este sábado es un duelo con dos campeones mundiales, y a pesar del buen momento de los ibéricos el pronóstico sigue siendo reservado, por lo que se vaticina un gran partido.
Para los dirigidos por Vicente del Bosque el llegar a la final suena a obligación; sin embargo, el hambriento grupo de jugadores galos quiere hacer nombre por su cuenta y qué mejor manera que destronando al actual monarca.
Dentro de la formación española no parece haber grandes dudas, salvo el parado en el campo con Fernando Torres y Cesc Fábregas juntos adelante, lo demás parece seguro.
Francia llega sacudida luego de la derrota 2-0 ante Suecia que la envió a Donestk a jugar ante la Roja, las repercusiones llegan hasta el camerino donde se rumora que se encuentra dividido por disputas internas; sin embargo, técnico y jugadores negaron tajantemente esta versión.
Estrategia a flor de piel
En las figuras de Cesare Prandelli y Roy Hogdson, entrenadores de Italia e Inglaterra respectivamente, se refleja el orden y estilo de sus equipos durante la primera fase. Italia mostró su clásico orden defensivo y una ofensiva latente con incómodos atacantes.
Para los azzuri, la principal baja será la del defensor central Giorgio Chiellini, fuera por una lesión en el partido ante Irlanda.
La historia inglesa no difirió mucho, pero su caso se debió más a ausencias por lesión y sanciones, que de igual forma le han resultado, pues desde que es técnico de los británicos Hogdson se mantiene invicto además que recuperó a su estrella Wayne Rooney.
Para los amantes del orden táctico se espera un choque espectacular, sumamente cerrado, donde se explotará cada centímetro del campo y cualquier diferencia por pequeña que sea puede ser definitiva.
Sergio Alvarado
salvarado@larepublica.net
Dos duelos de pronósticos reservados darán a los últimos semifinalistas de la Eurocopa
Lucha entre vecinosEspaña y Francia comparten más que una frontera, ambos son equipos con identidades futbolísticas similares, gustosos del buen toque de la pelota y cuyo fútbol dio el salto en los últimos 15 años. Este sábado es un duelo con dos campeones mundiales, y a pesar del buen momento de los ibéricos el pronóstico sigue siendo reservado, por lo que se vaticina un gran partido.
Para los dirigidos por Vicente del Bosque el llegar a la final suena a obligación; sin embargo, el hambriento grupo de jugadores galos quiere hacer nombre por su cuenta y qué mejor manera que destronando al actual monarca.
Dentro de la formación española no parece haber grandes dudas, salvo el parado en el campo con Fernando Torres y Cesc Fábregas juntos adelante, lo demás parece seguro.
Francia llega sacudida luego de la derrota 2-0 ante Suecia que la envió a Donestk a jugar ante la Roja, las repercusiones llegan hasta el camerino donde se rumora que se encuentra dividido por disputas internas; sin embargo, técnico y jugadores negaron tajantemente esta versión.
Estrategia a flor de pielEn las figuras de Cesare Prandelli y Roy Hogdson, entrenadores de Italia e Inglaterra respectivamente, se refleja el orden y estilo de sus equipos durante la primera fase. Italia mostró su clásico orden defensivo y una ofensiva latente con incómodos atacantes.
Para los azzuri, la principal baja será la del defensor central Giorgio Chiellini, fuera por una lesión en el partido ante Irlanda.
La historia inglesa no difirió mucho, pero su caso se debió más a ausencias por lesión y sanciones, que de igual forma le han resultado, pues desde que es técnico de los británicos Hogdson se mantiene invicto además que recuperó a su estrella Wayne Rooney.
Para los amantes del orden táctico se espera un choque espectacular, sumamente cerrado, donde se explotará cada centímetro del campo y cualquier diferencia por pequeña que sea puede ser definitiva.
Sergio Alvarado
salvarado@larepublica.net