Bristol-Myers prepara nuevos fármacos
| Viernes 14 septiembre, 2007
Bristol-Myers prepara nuevos fármacos
Boston -- Bristol-Myers Squibb Co., el fabricante de la más recetada de las píldoras contra la diabetes, está preparando tres nuevos fármacos para combatir la enfermedad que más rápidamente se está propagando en el mundo, cada uno de los cuales tiene una potencialidad de ventas de $1 mil millones al año.
La compañía se ha aliado con Pfizer Inc., el mayor fabricante de medicinas del mundo, y AstraZeneca Plc para crear dos nuevos fármacos que posiblemente cambien la manera en que se trata la diabetes. El tercer compuesto, que ahora está en la etapa final de pruebas, es de la misma familia que el producto de Merck & Co. llamado Januvia, aprobado en octubre y que según los analistas puede producir $2.500 millones al año.
La primera de las nuevas píldoras podría empezar a venderse dentro de dos años y tener para el 2011 un importe de ventas de $1 mil millones, lo que agregaría unos 20 centavos por acción a los beneficios de Bristol-Myers, dijeron varios analistas.
Cada una encierra la promesa de superar la renta máxima de $2.700 millones de Glucophage, el fármaco de Bristol-Myers disponible en formas genéricas más baratas desde el 2002. El éxito podría revalorizar las acciones de una empresa que en la actualidad solo seis analistas recomiendan comprar, de los 23 sondeados por Bloomberg.
“Estamos hablando de unos importes de ventas máximos de varios miles de millones de dólares con las tres medicinas, si tienen éxito”, dijo Les Funtleyder, analista de Miller Tabak & Co. en Nueva York, en una entrevista telefónica.
Bristol dice que su alianza con Pfizer y AstraZeneca reduce el riesgo financiero que conlleva la preparación de los nuevos tratamientos para el mercado de la diabetes, sector que produce $15 mil millones al ano en todo el mundo, al tiempo que la ayuda a reemplazar la cuota de ventas perdida desde el vencimiento de la patente de Glucophage.
La estrategia también ayudará a la empresa a recuperarse del fracaso de Pargluva, una prometedora medicina antidiabetes, elaborada con Merck, cuyas pruebas se suspendieron tras descubrirse que aumentaba el riesgo de los ataques al corazón y las apoplejías.
Bristol-Myers necesita medicinas nuevas porque la patente de Plavix, su producto más rentable, con un ingreso de $3.300 millones el año pasado, expirará en el 2011.
“Estas tres medicinas podrían reemplazar Plavix, y más”, dijo Funtleyder, el analista de Miller Tabak.
Las acciones de Bristol-Myers subieron ayer 46 centavos, o 1,62%, a $28,80 en la Bolsa de Nueva York. El título había subido 7,4% en el 2007 hasta este miércoles inclusive, en tanto el subíndice farmacéutico del índice Standard & Poor's 500 ha subido 3,7%.
AstraZeneca pagará a Bristol-Myers hasta $1.350 millones para crear dos medicinas: la semejante a la Januvia de Merck y otra que posiblemente sea la primera en reducir el azúcar en la sangre impidiendo que los riñones absorban la glucosa. Bristol- Myers pagará a Pfizer $50 millones para probar compuestos noveles destinados a impedir la creación y almacenamiento de grasa en el cuerpo, lo que según los médicos provoca la diabetes.
Boston -- Bristol-Myers Squibb Co., el fabricante de la más recetada de las píldoras contra la diabetes, está preparando tres nuevos fármacos para combatir la enfermedad que más rápidamente se está propagando en el mundo, cada uno de los cuales tiene una potencialidad de ventas de $1 mil millones al año.
La compañía se ha aliado con Pfizer Inc., el mayor fabricante de medicinas del mundo, y AstraZeneca Plc para crear dos nuevos fármacos que posiblemente cambien la manera en que se trata la diabetes. El tercer compuesto, que ahora está en la etapa final de pruebas, es de la misma familia que el producto de Merck & Co. llamado Januvia, aprobado en octubre y que según los analistas puede producir $2.500 millones al año.
La primera de las nuevas píldoras podría empezar a venderse dentro de dos años y tener para el 2011 un importe de ventas de $1 mil millones, lo que agregaría unos 20 centavos por acción a los beneficios de Bristol-Myers, dijeron varios analistas.
Cada una encierra la promesa de superar la renta máxima de $2.700 millones de Glucophage, el fármaco de Bristol-Myers disponible en formas genéricas más baratas desde el 2002. El éxito podría revalorizar las acciones de una empresa que en la actualidad solo seis analistas recomiendan comprar, de los 23 sondeados por Bloomberg.
“Estamos hablando de unos importes de ventas máximos de varios miles de millones de dólares con las tres medicinas, si tienen éxito”, dijo Les Funtleyder, analista de Miller Tabak & Co. en Nueva York, en una entrevista telefónica.
Bristol dice que su alianza con Pfizer y AstraZeneca reduce el riesgo financiero que conlleva la preparación de los nuevos tratamientos para el mercado de la diabetes, sector que produce $15 mil millones al ano en todo el mundo, al tiempo que la ayuda a reemplazar la cuota de ventas perdida desde el vencimiento de la patente de Glucophage.
La estrategia también ayudará a la empresa a recuperarse del fracaso de Pargluva, una prometedora medicina antidiabetes, elaborada con Merck, cuyas pruebas se suspendieron tras descubrirse que aumentaba el riesgo de los ataques al corazón y las apoplejías.
Bristol-Myers necesita medicinas nuevas porque la patente de Plavix, su producto más rentable, con un ingreso de $3.300 millones el año pasado, expirará en el 2011.
“Estas tres medicinas podrían reemplazar Plavix, y más”, dijo Funtleyder, el analista de Miller Tabak.
Las acciones de Bristol-Myers subieron ayer 46 centavos, o 1,62%, a $28,80 en la Bolsa de Nueva York. El título había subido 7,4% en el 2007 hasta este miércoles inclusive, en tanto el subíndice farmacéutico del índice Standard & Poor's 500 ha subido 3,7%.
AstraZeneca pagará a Bristol-Myers hasta $1.350 millones para crear dos medicinas: la semejante a la Januvia de Merck y otra que posiblemente sea la primera en reducir el azúcar en la sangre impidiendo que los riñones absorban la glucosa. Bristol- Myers pagará a Pfizer $50 millones para probar compuestos noveles destinados a impedir la creación y almacenamiento de grasa en el cuerpo, lo que según los médicos provoca la diabetes.