Bono del Sur poco demandado
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 01 octubre, 2007
Bono del Sur poco demandado
A diferencia de las primeras dos emisiones, la demanda por la tercera emisión de este instrumento ha sido lenta
Agustina Cobas
acobas@larepublica.net
La tercera emisión del llamado Bono del Sur, emitido en forma conjunta por Venezuela y Argentina, no ha tenido entre los inversionistas el recibimiento esperado.
Esto sucede debido a que, a diferencia de las dos emisiones realizadas anteriormente, las cuales fueron colocadas en forma rápida y a buenos precios, esta tercera llega al mercado en un momento de incertidumbre para los inversionistas en Venezuela.
Esta situación que se vive en el mercado se explica, entre otros factores, por la reforma que el gobierno de Chávez espera hacer a la Constitución, la cual, entre otros cambios, le quitaría autonomía al Banco Central de ese país.
Este eventual cambio dificulta la toma de decisiones por parte de los inversionistas, quienes no saben cuál será entonces el papel que juegue la autoridad monetaria en el futuro.
“En las dos primeras emisiones hubo muy buena recepción por parte del mercado, en este momento la colocación está más lenta porque se está en medio de la reforma Constitucional”, explicó Juan Manuel Tirado, consultor internacional.
Por otra parte, al ser un bono que se cotiza en bolívares, la moneda oficial de Venezuela, el atractivo principal es para los inversionistas locales, quienes mediante su adquisición pueden obtener dólares al tipo de cambio preferencial.
Además, el rendimiento que ofrece la emisión es relativamente bajo comparado con las emisiones anteriores, lo que también le resta atractivo entre los inversionistas.
“Los bonos que componen la emisión tienen rendimientos bajos, pero siguen siendo una buena manera de obtener dólares de forma legal, y surge como alternativa dados los pocos instrumentos que se ofrecen en ese mercado”, agregó Tirado.
La emisión, que está compuesta por otro bono que fue comprado al Gobierno de Argentina, es de $1.200 millones, y su colocación comenzó a realizarse la semana pasada.
El instrumento, cuyos tres tractos vencen en 2015, 2017 y 2019, forma parte del portafolio de inversiones de Venezuela, pero es emitido por Argentina, denominado BODEN15, en combinación con otros dos instrumentos financieros, los TICC, emitidos por Venezuela.
A diferencia de las primeras dos emisiones, la demanda por la tercera emisión de este instrumento ha sido lenta
Agustina Cobas
acobas@larepublica.net
La tercera emisión del llamado Bono del Sur, emitido en forma conjunta por Venezuela y Argentina, no ha tenido entre los inversionistas el recibimiento esperado.
Esto sucede debido a que, a diferencia de las dos emisiones realizadas anteriormente, las cuales fueron colocadas en forma rápida y a buenos precios, esta tercera llega al mercado en un momento de incertidumbre para los inversionistas en Venezuela.
Esta situación que se vive en el mercado se explica, entre otros factores, por la reforma que el gobierno de Chávez espera hacer a la Constitución, la cual, entre otros cambios, le quitaría autonomía al Banco Central de ese país.
Este eventual cambio dificulta la toma de decisiones por parte de los inversionistas, quienes no saben cuál será entonces el papel que juegue la autoridad monetaria en el futuro.
“En las dos primeras emisiones hubo muy buena recepción por parte del mercado, en este momento la colocación está más lenta porque se está en medio de la reforma Constitucional”, explicó Juan Manuel Tirado, consultor internacional.
Por otra parte, al ser un bono que se cotiza en bolívares, la moneda oficial de Venezuela, el atractivo principal es para los inversionistas locales, quienes mediante su adquisición pueden obtener dólares al tipo de cambio preferencial.
Además, el rendimiento que ofrece la emisión es relativamente bajo comparado con las emisiones anteriores, lo que también le resta atractivo entre los inversionistas.
“Los bonos que componen la emisión tienen rendimientos bajos, pero siguen siendo una buena manera de obtener dólares de forma legal, y surge como alternativa dados los pocos instrumentos que se ofrecen en ese mercado”, agregó Tirado.
La emisión, que está compuesta por otro bono que fue comprado al Gobierno de Argentina, es de $1.200 millones, y su colocación comenzó a realizarse la semana pasada.
El instrumento, cuyos tres tractos vencen en 2015, 2017 y 2019, forma parte del portafolio de inversiones de Venezuela, pero es emitido por Argentina, denominado BODEN15, en combinación con otros dos instrumentos financieros, los TICC, emitidos por Venezuela.