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Misionera del desarrollo humano

| Lunes 14 abril, 2014


Aunque ahora se desempeña en el ámbito internacional, Grynspan fue vicepresidenta de la República. Cortesía/La República


Responsabilidad Social

Misionera del desarrollo humano

La Secretaría General Iberoamericana promueve y fortalece vínculos históricos, culturales, sociales y económicos entre los países de Europa y América de lengua castellana y portuguesa.

Elegida por unanimidad entre los 22 cancilleres miembros de la Secretaría General Iberoamericana, este 24 de febrero, Rebeca Grynspan se convirtió en la directora del ente internacional; asimismo en la primera costarricense en dirigirlo y en la primera mujer a la cabeza de la organización.
Hasta entonces, fue Secretaria General Adjunta de la ONU y Administradora del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, en donde destaca tres logros importantes cuya continuidad aseguran su éxito: 1. Luchas por la equidad. 2. Desarrollo humano. 3. Seguridad ciudadana.
Sus ocho años en la ONU la hicieron una mujer de proyección internacional, sensibilizando su espíritu durante las luchas por el desarrollo humano igualitario entre los pueblos y la gente.
Su principal misión ahora como Secretaria General Iberoamericana, será continuar el legado de su antecesor Enrique Iglesias, pero más importante, usar esa sensibilidad y pasión por el desarrollo humano y la equidad para renovar la institución de acuerdo con las demandas del presente siglo, construyendo y extendiendo puentes de comprensión, culturales, económicos y sociales entre los estados miembros.
Considera como dos de sus principales fortalezas ser mujer, para continuar su inagotable lucha por la equidad de género, y su experiencia global para lograr una proyección de Iberoamérica ante el mundo, dijo Grynspan en entrevista exclusiva con LA REPÚBLICA.
Sin dejar de sonreír por un instante, expresa, con perseverancia y planteamientos inteligentes, la forma en que mira el fin de su vida: rodeada por sus tres fuentes de felicidad; familia, su esposo Saúl Weisleder, y sus amigos; pero sobre todo, incluso hasta el fin de sus días, se ve luchando por el desarrollo humano justo y equitativo, como aquella mujer que une con un lazo, significado de su nombre “Rebeca”.
Con sencillez pero pensamiento responsable, manifiesta su deseo de ser recordada como una ciudadana del mundo, producto de la tradición costarricense.

Ricardo Sossa
sossa@larepublica.net
@La_Republica

 







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