Financiamiento de mentirillas
Iris Zamora iriszamora4@gmail.com | Lunes 04 noviembre, 2013
¿Depende el financiamiento del Estado (a la campaña política) de encuestas? ¿A ese nivel bajó nuestra centenaria democracia?
…desde Moncho
Financiamiento de mentirillas
Es difícil escoger tema para la columna, con tantos que andan rondando estos días: 1- Las vacaciones profilácticas de las y los diputados, dos meses pagados, encima hasta los tiquetes de gasolina, aumento de 175 mil coloncitos, en fin, qué bueno que les va tan bien, aunque a más de un millón de ticos se los esté llevando candanga.
2- Sobre los ilusos que creen que el “periodismo ciudadano” de las famosas redes sociales es en verdad periodismo, que cumple con las reglas básicas del ejercicio como verificación de fuentes, balance, veracidad, comprobación de datos, entre otras. Postean en sus muros como ciertas la oleada de calumnias, que se han desatado en esta inédita campaña electoral, llamando a eso verdad.
3- La falta de propuestas de los candidatos al electorado, sobre temas sensibles como la situación delicada de la CCSS, seguridad energética, seguridad alimentaria, reforma del estado, primer empleo para jóvenes y mujeres, especialmente en la zona rural, recurso hídrico, gobernabilidad, infraestructura, transporte, reforma educativa, en serio, más allá de la estética, concentración de riqueza, exclusión, desigualdad…
4- El texto de la Conferencia Episcopal “Rehabilitar la Política”, algunos criterios éticos para iluminar el proceso electoral y la vida democrática.
5- El fallido encuentro de las candidatas a Vicepresidentas en la casa de una de ellas, en donde se firmaría un pacto de no agresión, promocionado por una periodista.
6- Financiamiento de la campaña electoral. Me detengo aquí unos cuantos párrafos. ¿Financia o no el Estado a los partidos políticos debidamente inscritos en el TSE? ¿El aporte que el Estado ofrece a los partidos políticos en esta campaña electoral es real, o solo es un canto de sirenas?
Una acción de inconstitucionalidad interpuesta el 15 de noviembre de 1989 contra 18 artículos del Código Electoral por la exdiputada y exministra Estela Quesada se trajo abajo la llamada “deuda política adelantada”. Desde entonces el TSE ha sido incapaz de presentar un proyecto de Ley a la Asamblea Legislativa que de manera definitiva regule los mecanismos de financiamiento de la campaña electoral.
Los llamados “bonos de la deuda política” han sido cuestionados, porque la inutilidad de reglamentar su uso ha promovido excesos en algunas agrupaciones políticas y probables actos de corrupción. Algunos visibles al escrutinio de la opinión pública, otros que deambulan en los pasillos de las redacciones de medios de comunicación que no se atreven a publicar.
Un recurso la Sala Constitucional tiene varados los bonos. Mientras tanto los partidos políticos también están varados. El Senado, perdón, la Sala Constitucional, no resuelve la acción presentada contra el uso de los bonos. Encima, los pocos bancos que están dispuestos a “ayudar” con el financiamiento lo condicionan al resultado de las encuestas. Peligrosísimo ejercicio, si recordamos el daño que le hicieron al PAC la campaña anterior. ¿Depende el financiamiento del Estado de encuestas? ¿A ese nivel bajó nuestra centenaria democracia?
Iris Zamora
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