Tico integra la élite de los 100 mejores hackers éticos del mundo

Un ingeniero costarricense es considerado una autoridad en materia de ciberseguridad, a tal punto, que se encuentra en la lista de los 100 hackers éticos más connotados del mundo.

Se trata de Marvin Soto, quien fue electo para ocupar un lugar de honor en el llamado “Salón de la Fama de Hackers Éticos” para el 2023, según la plataforma especializada en ciberseguridad EC Council.

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El tico, es el único experto considerado a nivel centroamericano y junto a un mexicano, representan a toda Hispanoamérica. Soto es consultor y ha trabajado en la Universidad Cenfotec, Universidad Veritas, Universidad Latina y empresas nacionales e internacionales.

Precisamente, su labor en la docencia le permitió destacarse como autor de numerosos artículos relacionados con el tema, entre los que sobresalen algunos enfocados en la prevención de modalidades de delitos desconocidas por la industria de la ciberseguridad.

Tras dos años de postulaciones, en esta oportunidad su nombre aparece como uno de los “soldados del ciberejército de hackers éticos más grande a nivel global”, como él mismo describe a este grupo.

“Desde que inicie este camino en 1998 hasta la fecha, he visto evolucionar el cibercrimen, pasando de ver ataques perpetrados por delincuentes informáticos de ‘garaje’ a acciones de gran escala cometidas por organizaciones que cuentan con toda una estructura conformada, similar a las de los grandes cárteles de la droga, en las que cada miembro tiene un rol específico”, comenta Soto.

Solo en 2022, estos grupos delincuenciales habrían obtenido ganancias por más de $8 trillones, una cantidad inmensurable si se quisiera convertir a colones costarricenses, réditos que podrían elevarse hasta $10,5 trillones al 2025, ejecutando hasta un ataque cada dos segundos en promedio, según proyecciones de este experto.

Justamente a raíz de la pandemia y el aumento en el uso de Tecnologías de Información y Comunicación, el crecimiento de la actividad cibercriminal creció en un 300%, con afectaciones a distintas industrias como el transporte, la seguridad, la salud pública y privada, así como instituciones gubernamentales, como fue el caso de nuestro país el año pasado.

“Costa Rica debe ser consciente de que protegerse del cibercrimen no es barato, dada la baja oferta y alta demanda en profesionales en la rama que encarece la contratación de ese tipo de personal altamente calificado; pero si se piensa aprovechar en mayor nivel tecnologías como Blockchain, Inteligencia Artificial y hasta Metaverso, el país no puede escatimar”, dice el experto.

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Este panorama no es alentador, considerando que el Estado tiene apenas un presupuesto de unos $3 millones para evitar que nuevos ataques atenten contra la gobernabilidad de nuestro país, en comparación con los fuertes músculos financieros que caracterizan a los grupos ciberterroristas.

“Más allá de que el mercado laboral pague bien por nuestros conocimientos, los expertos ya formados y quienes lo están haciendo deben tener un espíritu de vocación y pasión por este trabajo que ciertamente es muy sacrificado, pero de grandes satisfacciones cuando podemos evitar a tiempo y contener un ciberataque antes de que se ejecute”, finaliza el también docente.