"The dark night rises" ¿más espectáculo?: sí, ¿mejor?: no
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 24 julio, 2012
CINE
“The dark night rises”, ¿más espectáculo?: sí, ¿mejor?: no
Christopher Nolan había puesto el listón muy alto con “The dark knight” y la expectación era enorme por ver una segunda entrega que se queda corta en profundidad y en la que Batman pierde protagonismo en una historia con más de guerra apocalíptica que de combate de superhéroes.
Casi tres horas de duración que se hacen eternas excepto en los sensacionales comienzo y final de una película en la que Nolan reafirma su talento para crear atmósferas opresivas, pero en la que se pierde el espíritu de uno de los superhéroes del cómic más populares.
Tras quitarle los poderes en la película anterior, el realizador británico retrata a un personaje hundido y deprimido, que ya no es ni Bruce Wayne ni Batman y que se pierde la mitad del metraje atrapado en una cárcel subterránea.
Se echa en falta más presencia de Batman y se echa en falta a ese sensacional Joker al que dio vida el fallecido Heath Ledger en el que sería su último papel en “The dark knight”.
El malo de esta segunda entrega, un irreconocible Tom Hardy, le pone músculo y violencia al papel, pero poco más. Nada que ver con los matices del personaje creado por Ledger.
De las chicas de la película, Anne Hathaway cumple bien con su papel de una Catwoman con pocos escrúpulos y resulta creíble en las escenas de acción, mientras que Marion Cotillard no puede hacer nada con un personaje apenas esbozado y que solo cobra fuerza al final y una parte media demasiado larga.
Madrid / EFE
“The dark night rises”, ¿más espectáculo?: sí, ¿mejor?: no
Christopher Nolan había puesto el listón muy alto con “The dark knight” y la expectación era enorme por ver una segunda entrega que se queda corta en profundidad y en la que Batman pierde protagonismo en una historia con más de guerra apocalíptica que de combate de superhéroes.
Casi tres horas de duración que se hacen eternas excepto en los sensacionales comienzo y final de una película en la que Nolan reafirma su talento para crear atmósferas opresivas, pero en la que se pierde el espíritu de uno de los superhéroes del cómic más populares.
Tras quitarle los poderes en la película anterior, el realizador británico retrata a un personaje hundido y deprimido, que ya no es ni Bruce Wayne ni Batman y que se pierde la mitad del metraje atrapado en una cárcel subterránea.
Se echa en falta más presencia de Batman y se echa en falta a ese sensacional Joker al que dio vida el fallecido Heath Ledger en el que sería su último papel en “The dark knight”.
El malo de esta segunda entrega, un irreconocible Tom Hardy, le pone músculo y violencia al papel, pero poco más. Nada que ver con los matices del personaje creado por Ledger.
De las chicas de la película, Anne Hathaway cumple bien con su papel de una Catwoman con pocos escrúpulos y resulta creíble en las escenas de acción, mientras que Marion Cotillard no puede hacer nada con un personaje apenas esbozado y que solo cobra fuerza al final y una parte media demasiado larga.
Madrid / EFE