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COLUMNISTAS


“También me gusta el tango”…

Iris Zamora iriszamora4@gmail.com | Lunes 08 diciembre, 2014


…Sin duda como el tango, todo le sale de adentro a este Papa excepcional


…desde Moncho

“También me gusta el tango”…

Así titulan el capítulo 12 Sergio Rubin y Francesca Ambrogetti, en el Libro de su autoría “El Jesuita, la historia de Francisco, el Papa Argentino”.
Los escritores le entrevistan recién electo obispo de Buenos Aires, es el momento en que le preguntan si tuvo novia, aficiones, en qué se trasporta, sobre los gustos musicales y literatura; no deja de mencionar a Borges quien dice que aun siendo agnóstico, no dejó de rezar cada noche el Padre Nuestro, porque se lo prometió a su madre, además de que Borges murió asistido religiosamente.
La entrevista continúa, en un momento la pregunta “Le agrada el Tango : Muchísimo —responde Bergoglio—, Es algo que me sale de adentro. Creo conocer bastante de sus dos etapas. De la primera etapa, mis preferidos, son la orquesta de D Arienzo y, como cantantes Carlos Gardel, Julio Sosa y Alda Falcón, que después se convirtió en monja. A Azucena Maizani le di la extremaunción. La conocía porque éramos vecinos, y cuando me enteré de que estaba internada, fui a verla. Recuerdo que me encontré allí con Virginia Luque y Hugo del Carril. De la segunda etapa, admiro mucho a Astor Piazzola y a Amelita Baltar, que es la que mejor canta sus obras. – ¿Sabe bailarlo? –Sí. Lo bailé de joven aunque prefería la milonga…”
Ese Bergoglio obispo de Buenos Aires, lo es hoy de Roma. Ese Líder Espiritual, es el mismo que ha estado consternándonos, por intervenir el Banco del Vaticano, declarar cero impunidad a los sacerdotes que han abusado de niños y niñas, el que se negó a calzar las zapatillas rojas , que vive en un edificio de apartamentos en el Vaticano, que suele caminar desde ahí, hasta la Sede de Pedro, que usa el crucifijo de plata, en vez de la cruz pectoral pontificia de oro que llevaron sus antecesores… el que nos emocionó con el abrazo prolongado a un niño que sale entre el público en su visita a Brasil, o su frente pegada a un leproso…, el que esta semana, se inclinó con absoluta humildad frente al Patriarca Ecuménico Bartolomé I, en su reciente viaje a Turquía, diciéndole “Bendíceme a mí y a la Iglesia de Roma”.
Turquía un país con una población 99% Musulmana, con serios problemas migratorios por la Guerra Civil en Siria, cuenta con 1.700.000 refugiados, la mayoría niños, con los que se reunió Francisco en Estambul.
El diálogo interreligioso que promueve Francisco, podría ser el camino hacia esa paz que anhelamos, cuando las religiones provocan en los fanáticos fundamentalistas, violencia, guerras, persecución, tortura que alteran la paz del planeta.
El Museo de los Niños volvió a darnos un espectáculo extraordinario, este año con un tema, el perdón. El Papa que le va en fútbol al San Lorenzo de Almagro, el que se inclinó frente al Patriarca de “otra” fe, solo hace una semana, señala “ El perdón significa que lo que hiciste no me lo cobro... Quizá no me voy a olvidar, pero no me lo voy a cobrar. O sea no alimento el rencor”… Sin duda como el tango, todo le sale de adentro a este Papa excepcional.
 

Iris Zamora

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