Sufrida corona, Boca
Luis Fernado Rojas lrojas@larepublica.net | Miércoles 24 diciembre, 2008
Sufrida corona, Boca
Campeones de Argentina, pese a caer 0-1
Luis Rojas y EFE
lrojas@larepublica.net
Sufriendo hasta el último minuto y con tragos amargos en el juego, como el de su guardameta Javier García, culpable de la derrota de ayer y sustituido por seguridad del equipo, al min. 70, Boca Junior se coronó campeón de Argentina, tras caer ante Tigre 0-1, marcador que todavía le permitió alzar la copa.
Boca ganó el Apertura por diferencia de goles, ya que los tres equipos de la triangular final, ellos, Tigre y San Lorenzo, finalizaron empatados a tres puntos.
Tigre, que estuvo a un gol de obtener el primer campeonato de su historia, mantuvo el susto hasta el final y principalmente luego de que Leandro Lazzaro, al min. 68, pusiese el 1-0 en el marcador tras una indecisión tremenda del arquero Javier García (quien ya había cometido un error que le costó un gol en el encuentro anterior ante San Lorenzo).
Inmediatamente el entrenador Carlos Ischia dispuso que saliera al campo el portero Josué Ayala, que debutó por el infortunado futbolista también surgido de la cantera y para quien representó un trago muy amargo dejar el campo en ese momento; no obstante, estaba en juego el campeonato e Ischia no dudó en realizar la variante, de inmediato.
El despliegue físico de Tigre y su necesidad de ganar por dos goles de diferencia atenuaron durante varios minutos los ímpetus de Boca y lo obligaron a cometer reiteradas faltas cerca de su portero García, lo que se convirtió en el principal recurso del modesto equipo del norte bonaerense, del que no logró frutos.
Boca, con problemas para hacerse del balón y organizarse, enfrió el partido, aguantó el entusiasmo de Tigre con dos líneas de cuatro jugadores y se arriesgó lo menos posible hasta la celebración por el título conseguido.
Los nervios casi se comen al equipo de Ischia, que se quedó con diez jugadores a los 91 minutos por la expulsión del delantero Rodrigo Palacio. Sin embargo, el final llegó sin novedad, Boca alzó la ansiada Copa y todo fue celebración en el equipo de Riquelme, quien vio el partido desde la gradería, pero luego celebró en el campo del estadio Juan Domingo Perón, el Racing de Avellaneda, que ayer tuvo una asistencia de 34 mil espectadores.
Campeones de Argentina, pese a caer 0-1
Luis Rojas y EFE
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Sufriendo hasta el último minuto y con tragos amargos en el juego, como el de su guardameta Javier García, culpable de la derrota de ayer y sustituido por seguridad del equipo, al min. 70, Boca Junior se coronó campeón de Argentina, tras caer ante Tigre 0-1, marcador que todavía le permitió alzar la copa.
Boca ganó el Apertura por diferencia de goles, ya que los tres equipos de la triangular final, ellos, Tigre y San Lorenzo, finalizaron empatados a tres puntos.
Tigre, que estuvo a un gol de obtener el primer campeonato de su historia, mantuvo el susto hasta el final y principalmente luego de que Leandro Lazzaro, al min. 68, pusiese el 1-0 en el marcador tras una indecisión tremenda del arquero Javier García (quien ya había cometido un error que le costó un gol en el encuentro anterior ante San Lorenzo).
Inmediatamente el entrenador Carlos Ischia dispuso que saliera al campo el portero Josué Ayala, que debutó por el infortunado futbolista también surgido de la cantera y para quien representó un trago muy amargo dejar el campo en ese momento; no obstante, estaba en juego el campeonato e Ischia no dudó en realizar la variante, de inmediato.
El despliegue físico de Tigre y su necesidad de ganar por dos goles de diferencia atenuaron durante varios minutos los ímpetus de Boca y lo obligaron a cometer reiteradas faltas cerca de su portero García, lo que se convirtió en el principal recurso del modesto equipo del norte bonaerense, del que no logró frutos.
Boca, con problemas para hacerse del balón y organizarse, enfrió el partido, aguantó el entusiasmo de Tigre con dos líneas de cuatro jugadores y se arriesgó lo menos posible hasta la celebración por el título conseguido.
Los nervios casi se comen al equipo de Ischia, que se quedó con diez jugadores a los 91 minutos por la expulsión del delantero Rodrigo Palacio. Sin embargo, el final llegó sin novedad, Boca alzó la ansiada Copa y todo fue celebración en el equipo de Riquelme, quien vio el partido desde la gradería, pero luego celebró en el campo del estadio Juan Domingo Perón, el Racing de Avellaneda, que ayer tuvo una asistencia de 34 mil espectadores.