Respondiendo a las crisis (Parte I)
Arnoldo Mora mora_arnoldo@hotmail.com | Viernes 06 febrero, 2009
![](https://www.larepublica.net/storage/images/authors/20190225170721.arnoldomora.jpg)
Arnoldo Mora
![](/UserFiles/Image/Columnistas2/Arnooldo-Mora.jpg)
La primera de estas catástrofes es el terremoto que la madre naturaleza nos envió como regalo a inicios de este nuevo año y cuyo epicentro se dio en las cercanías del volcán Poás. La otra catástrofe es la crisis económica mundial que, como nueva versión de las pestes medievales, se extiende de manera implacable e incontrolable, por el mundo entero, aunque su epicentro está en el peor antro financiero que conoce la historia: Wall Street.
Pero lo que a los costarricenses nos interesa en estos momentos es saber cómo estamos asumiendo esas dos calamidades, con el fin de evaluar a tiempo si la respuesta que se les está dando es la adecuada, o si, por el contrario, conviene hacer una crítica a fin de corregir los errores a tiempo. Para hacer una evaluación de un plan, cualquiera que este sea, conviene tener siempre presente una norma de sentido común, según la cual una crisis se puede abordar mirándola en dos planos: el uno de corto plazo, cuyo propósito es dar soluciones inmediatas a los problemas más acuciantes que se presentan, a fin de detener el mal y eventualmente aniquilarlo o, al menos, lograr que sus consecuencias sean las menos en número e intensidad.
En cuanto al otro aspecto que se debe contemplar a la hora de asumir una crisis, es proponer soluciones a más largo plazo, para lo cual se requiere partir de un diagnóstico que ponga en evidencia sus causas provenientes del pasado y luego proponer soluciones y fijar plazos para lograrlo en un futuro previsible. En este segundo nivel, hablamos de prevenir más que de curar. Cabe ahora preguntarnos honesta y lúcidamente ¿qué hemos hecho en uno y otro sentido?
En cuanto al terremoto, se ha corrido, como quizás nunca en nuestra historia, a auxiliar a las víctimas. Todo el país, en noble gesta que honra al pueblo costarricense, lo ha hecho rápida y solidariamente, incluso en algunos casos, hasta llegar al heroísmo. Sin embargo, se deben tomar muy en serio las voces de denuncia provenientes de algunos damnificados que hablan de manipulación politiquera en la distribución de las ayudas. No olvidemos que, hoy más que nunca, se corre el riesgo de que en eventualidades como la que comentamos, se den abusos de esa naturaleza en un año electoral como el actual. Toda denuncia en ese sentido debe hacerse y acogerse con valentía y prontitud, pues nadie tiene derecho, cualquiera sea la excusa, a manipular el dolor ajeno.
NOTAS ANTERIORES
![](https://www.larepublica.net/storage/images/authors/20201015161828.emilio-bruce.jpg)
Construyendo nuestra institucionalidad
Viernes 26 julio, 2024
Ninguna ley está escrita por el Altísimo en una tabla de granito
![](https://www.larepublica.net/storage/images/authors/20240607154708.untitled-design-2024-06-07t154637276.png)
Palabras de Óscar Álvarez Araya
Jueves 25 julio, 2024
Presentación del libro “Libertad y democracia, diálogos para el siglo XXI”.
![](https://www.larepublica.net/storage/images/authors/20201020202253.carlos-denton.jpg)
El proteccionismo causa estragos
Miércoles 24 julio, 2024
Faltan enfermeras graduadas no obstante que la carrera se ofrece en varias universidades
![](https://www.larepublica.net/storage/images/authors/20201018223712.miguel-angel-rodriguez.jpg)
La dignidad y la libertad se defienden con amor y solidaridad
Lunes 22 julio, 2024
No es suficiente predicar las bondades de la democracia liberal con su estado de derecho y con una cultura participativa