Costa Rica no pierde la esperanza de ir al Mundial y gana en el último minuto

El clásico centroamericano enfrentó a las versiones más débiles de Costa Rica y Honduras en mucho tiempo y al final del juego, un gol en el ocaso le dio los tres puntos a la Tricolor.

Ya en las acciones de juego, en la primera etapa nuevamente fue la juventud que volvió a dar la cara en la primera mitad, por los menos en el primer cuarto de hora, principalmente con Aarón Suárez, que a sus 19 años muestra un hambre de jugar y pelearlas todas, incluso si es brincando con su 1.65 metros de altura.

Combinándose con Joel o con su velocidad quitando rivales, el pequeño dinamita es muy revulsivo pero no ha encontrado un compañero que le permita avanzar hacia el marco rival.

Honduras aprovechó los espacios de la defensa central para sacar ventaja en el uno a uno.

La Tricolor pronto se soltó y se anunció en el marco rival, primero en pies de José Guillermo Ortiz que estrelló un remate en el palo desde la media luna.

Luego se dieron una seguidilla de tiros de esquina y la tercera fue la vencida. Oscar Duarte recibió el balón en el borde del área pequeña y se paró fuerte para poner su cabeza y enviar el balón al fondo de los cordeles.

En los últimos 15 minutos Honduras se lavó la cara y se metió de lleno en el juego pero Keylor Navas dijo presente.

Un fusilazo de Quioto y uno de Honduras en el poste hacían un llamado de lo que parecía inevitable y que finalmente Quioto culminó al 34’, dominando un pase a profundidad, Duarte pasó por delante y dejó en solitario al delantero que esta vez no perdonó.

Ambos porteros fueron determinantes para que el marcador no pasara del empate a uno.

Calentó la Sele en los primeros minutos, con todas las armas que tiene, con balón parado, individualidades, por los costados, encarando a los defensores pero el balón se negó a ingresar.

Sin embargo, los hondureños le bajaron las revoluciones al juego y cortaron la buena racha de fútbol de los seleccionados nacionales.

Costa Rica perdió la lucidez del juego y entró en juego la desesperación del reloj.

Así se mantuvo hasta el final pero en la última jugada del juego, una combinación de centros le dio el balón a Gerson Torres para sacar la victoria.