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Preocupaciones sobre el QR

Jonathan Prendas jonathan.prendas@gmail.com | Lunes 25 octubre, 2021

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Jonathan Prendas

Diputado Nueva República

La implementación del código QR o el certificado de salud, suscita todo tipo de preocupaciones: dudas sobre el uso de la información personal, la polarización que promueve el gobierno, la capacidad tecnológica y humana de las autoridades e incluso sobre su pertinencia en momentos en que la economía del país está en franco deterioro.

Una de las inquietudes más serias tiene que ver la administración de los datos. Tras la experiencia vivida con la UPAD, los costarricenses entendemos que el QR debe gestionarse sin pedir más información de la necesaria y que está disponible en el EDUS; además debe quedar claro quiénes van a tener acceso a ella, dónde se va a almacenar y cómo se va a proteger.

Como se demostró con la agencia de espionaje del gobierno, el apetito del PAC para acceder a la información privada de todos los costarricenses es enorme; estas bases de datos pueden emplearse con fines políticos y de esta forma corromper nuestro sistema democrático de elección popular.

Causa mucha intranquilidad la polarización y la división que de nuevo impulsa el Ejecutivo. Obligar a la gente a vacunarse y a poseer un certificado para poder acceder a bienes y servicios, es una forma de discriminación, propicia un país donde haya ciudadanos de una clase y de otra. La crisis económica ya se ha encargado de fragmentar aún más nuestra sociedad, y eso es doloroso.

Excluye a la población que no tiene acceso a los recursos tecnológicos, ya sea por condiciones financieras o por las brechas de conocimiento, como sucede con muchos adultos mayores; los fuerza a hacer lo que tanto nos dicen que debemos evitar: acudir a las oficinas públicas y hacer filas para obtener un servicio.

La imposición no es el camino costarricense para resolver las diferencias ni para enfrentar la grave crisis económica que vive Costa Rica: el gobierno no busca el consenso, toma decisiones antojadizas que no obedecen a ningún criterio de planificación y de impulso a la economía.

El certificado atenta contra la prestación de servicios esenciales y arruina la temporada navideña, que era la esperanza de muchos para recuperar algo de estabilidad y llevar el sustento a sus hogares. Todavía persisten dudas sobre su aplicación en el sector turístico, y ya incluso se están reportando cancelaciones de hospedaje para las fechas en que empezaría a regir esta medida.

Nueva República cree que la vacuna es una forma eficaz de protección contra el virus, pero consideramos que hacerla obligatoria no es la manera correcta porque el gobierno no ha hecho su parte. Igualmente, vemos otros países que no han tomado la ruta de la obligatoriedad o del certificado QR y están teniendo más éxito que con la estrategia de la coacción.

Otras preocupaciones tienen que ver con la eficiencia y la capacidad estatal para administrar los certificados. En el área tecnológica, hay inquietudes sobre la rapidez del servicio y si existen las condiciones para atender la demanda: la semana pasada, el correo electrónico habilitado para pedir el envío de la certificación colapsó debido a la gran cantidad de solicitudes. 

El Ministerio de Salud admitió que solo cuenta con seis funcionarios para atender estos trámites, y aunque podría recurrir al apoyo de la Dirección de Atención al Cliente, lo cierto es que el volumen de trabajo es altísimo. En solo tres días, recibieron casi 90 mil solicitudes.







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