POR FAVOR... SILENCIO
| Lunes 19 enero, 2009
POR FAVOR… SILENCIO
Aunque esta semana ostenta el cuarto puesto de la lista mundial que lidera Rafael Nadal, el escocés Andy Murray es desde agosto pasado la mejor raqueta del circuito, y la más firme alternativa al título en el Abierto de Australia.
El propio Nadal, tras caer recientemente ante el tenista de Dunblane en la final de exhibición de Abu Dhabi, no dudó en confirmar esta posibilidad que se hizo realidad, después de que Murray ganó por segundo año consecutivo el título en Doha.
"Jugó muy bien y si sigue a este nivel, incluso puede ganar el Abierto de Australia", avisó el zurdo español.
Un vistazo a la última parte de 2008 confirma esta teoría. Murray empezó la segunda mitad de la temporada de forma meteórica. Triunfó en Doha y Marsella, pero después lo hizo en torneos más relevantes como los Masters Series de Cincinnati y Madrid, y luego en San Petersburgo, siendo semifinalista en la Copa Masters de Shangai. A eso unió su primera final de un Grand Slam, en el Abierto de Estados Unidos.
En ese recorrido fue capaz de vencer a Novak Djokovic (Cincinnati), Nadal (Abierto de Estados Unidos), Andy Roddick (Copa Masters de Shanghai) y Roger Federer (Madrid y Shanghai), es decir, a los mejores.
Comenzó en 2009 derrotando a Federer y al propio Nadal en Abu Dhabi, y ganó Doha sin ceder nada más que un set, ante el suizo, y derrotando en la final a Roddick. Su inteligencia en la pista, una seguridad en el fondo y una formidable volea esculpida en las últimas temporadas configuran a un jugador, actual orgullo del tenis británico, antes entregado a la figuras de Greg Rusedski y Tim Henman.
En Australia, Murray se topó el pasado año con un tenista que se erigió como gran figura, el francés Jo-Wilfried Tsonga, su verdugo en primera ronda, pero en 2007, ya libró una épica batalla con Nadal en octavos, a cinco sets.
Este año, el tenista escocés es, mucho más que Nadal, que Djokovic y que Federer, el enemigo a batir en Melbourne.
La serbia Jelena Jankovic lidera una semana más la clasificación mundial de la WTA, justo antes del
inicio del primer Grand Slam del año, el Abierto de Australia, en una tabla que apenas ha sufrido variaciones relevantes. Elena Dementieva, ganadora del torneo de Sydney, continúa en la cuarta posición por detrás de su compatriota Dinara Safina, a la que derrotó en el Parque Olímpico.-
Aunque esta semana ostenta el cuarto puesto de la lista mundial que lidera Rafael Nadal, el escocés Andy Murray es desde agosto pasado la mejor raqueta del circuito, y la más firme alternativa al título en el Abierto de Australia.
El propio Nadal, tras caer recientemente ante el tenista de Dunblane en la final de exhibición de Abu Dhabi, no dudó en confirmar esta posibilidad que se hizo realidad, después de que Murray ganó por segundo año consecutivo el título en Doha.
"Jugó muy bien y si sigue a este nivel, incluso puede ganar el Abierto de Australia", avisó el zurdo español.
Un vistazo a la última parte de 2008 confirma esta teoría. Murray empezó la segunda mitad de la temporada de forma meteórica. Triunfó en Doha y Marsella, pero después lo hizo en torneos más relevantes como los Masters Series de Cincinnati y Madrid, y luego en San Petersburgo, siendo semifinalista en la Copa Masters de Shangai. A eso unió su primera final de un Grand Slam, en el Abierto de Estados Unidos.
En ese recorrido fue capaz de vencer a Novak Djokovic (Cincinnati), Nadal (Abierto de Estados Unidos), Andy Roddick (Copa Masters de Shanghai) y Roger Federer (Madrid y Shanghai), es decir, a los mejores.
Comenzó en 2009 derrotando a Federer y al propio Nadal en Abu Dhabi, y ganó Doha sin ceder nada más que un set, ante el suizo, y derrotando en la final a Roddick. Su inteligencia en la pista, una seguridad en el fondo y una formidable volea esculpida en las últimas temporadas configuran a un jugador, actual orgullo del tenis británico, antes entregado a la figuras de Greg Rusedski y Tim Henman.
En Australia, Murray se topó el pasado año con un tenista que se erigió como gran figura, el francés Jo-Wilfried Tsonga, su verdugo en primera ronda, pero en 2007, ya libró una épica batalla con Nadal en octavos, a cinco sets.
Este año, el tenista escocés es, mucho más que Nadal, que Djokovic y que Federer, el enemigo a batir en Melbourne.
La serbia Jelena Jankovic lidera una semana más la clasificación mundial de la WTA, justo antes del
inicio del primer Grand Slam del año, el Abierto de Australia, en una tabla que apenas ha sufrido variaciones relevantes. Elena Dementieva, ganadora del torneo de Sydney, continúa en la cuarta posición por detrás de su compatriota Dinara Safina, a la que derrotó en el Parque Olímpico.-