Nibali se queda solo
Dinia Vargas dvargas@larepublica.net | Martes 15 julio, 2014
Nibali se queda solo
El italiano gana la décima etapa para recuperar el malliot, el día en que Contador abandona
El día que se esperaba que Alberto Contador realizará su primer gran ataque contra Vincenzo Nibali, nada sucedió como lo había planeado el español.
El ciclista madrileño terminó en abandono y el italiano saboreando un triunfo que le devuelve el malliot amarillo y a la vez lo confirma como el gran favorito al ganar el Tour de Francia.
Pero el italiano se muestra sólido, el día que se esperaba que Contador lo hiciera sufrir aprovechando los 161,5 kilómetros de montaña, la más dura del tríptico de los Vosgos, la historia fue completamente otra.
El español se encontró un obstáculo en el descenso del Petit Ballon y se fue al suelo cuando descendían por el kilómetro 64.
Tenía una herida abierta en la rodilla que le vendaron sobre la marcha para que intentara continuar. Unos kilómetros después, mientras su desventaja con el resto de la carrera crecía, Contador le agradeció a su compañero Michael Rogers el esfuerzo y se subió al coche de equipo.
“Ha sido una caída increíble, he podido esquivarle por poco. Era una bajada, el asfalto no estaba muy bien. Contador estaba detrás de mí, yo frené por precaución y me adelantó y yo traté de ponerme a su rueda. En ese momento se cayó y le vi rodando por el suelo. Íbamos a unos 60 por hora”, explicó Nibali.
La carrera siguió sin Contador, pero lo hizo con desconcierto. Mientras un inagotable Tony Martin tiraba de la escapada para intentar poner de líder a su compañero Michal Kwiatkowski, el pelotón devoraba las montañas de los Vosgos intentando descubrir la nueva identidad de este Tour de Francia.
Sin ayuda Martin gastó hasta su última gota de energía y entonces el grupo delantero comenzó a perder segundos con el pelotón. Kwiatkowski y Joaquín “Purito” Rodríguez se fueron al frente.
El español tenía más piernas y se adelantó más, apostaba por el triunfo.
Sin embargo, atrás el “Tiburón” Nibali quería comerse la carrera y se escapó con sutileza. Se hizo un silencio en el pelotón. Valverde y Porte quisieron seguirle, pero el intento fue extraño: era como si ya supieran que no podrían con él.
Poco tiempo tardó en pasar a “Purito”, quien no pudo ni siquiera hacer el intento de pegársele a la rueda.
“Nibali me pasó como un avión”, aseguró el español.
El italiano cruzó en solitario la meta, se llevó el pulgar a la boca para dedicar la victoria a un vástago y esperó a vestirse el maillot amarillo, perdido por el francés Tony Gallopin.
“Se lo presté”, dijo el domingo cuando lo perdió. Pero no tardó nada en recuperarlo.
“Pensaba que el tramo final (Joaquín) Rodríguez iba a seguir mi ritmo y que nos jugaríamos la victoria en los últimos metros, pero al final no fue así”, afirmó el italiano, ya de nuevo vestido de amarillo.
Hoy el líder y el resto del pelotón podrán gozar de un día de descanso. La lucha continuará mañana.
Dinia Vargas
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