Merion, un acertijo
Dinia Vargas dvargas@larepublica.net | Miércoles 12 junio, 2013
Merion, un acertijo
El Abierto de Estados Unidos se jugará en un campo poco conocido para algunos golfistas como Woods
En el Merion Golf Club no hay un claro favorito para salir con el título. Ross Kinnaird- AFP/La Repúbli
Después de 32 años de ausencia un “Grand Slam” regresa al Merion Golf Club, en Ardmore, Pensilvania, al oeste de Filadelfia.El Abierto de Estados Unidos, segundo “Grande” de la temporada, comenzará mañana en un escenario que será todo un desafío para los que desean alcanzar la cumbre.
También se le puede describir como un acertijo para algunos golfistas, como en el caso de Tiger Woods, quien no ha participado en ningún torneo oficial en ese lugar.
Por cierto que la organización también ha querido añadirle su cuota de emoción desde un inicio y las dos primeras rondas tendrán al mejor jugador del mundo, Woods, junto al norirlandés Rory McIlroy y al australiano Adam Scott, ganador del Masters de Augusta.
Será la primera vez que Woods y McIlroy midan sus fuerzas en un “Majors”. Han compartido línea 12 veces en torneos oficiales, pero nunca en uno de estas características.
La lluvia será ese factor extra que añadirá emoción al torneo, ya lo dijo el experimentado Ernie Els. “No verán un Abierto de Estados Unidos firme este año, lo lamento. No importa si ponen helicópteros sobre los fairways; esto no se secará”.
Más de 20 personas trabajan cada día solo en el hoyo 11, uno de los que se encuentran en peor estado, y se anuncian más lluvias para mañana, día que comienza el torneo.
“Vamos a tener un campo blando esta semana”, agregó Els, campeón en dos ocasiones de este torneo “lo cual significa que si estás en juego, vas a tirar muchos putts para birdie. Verán más birdies que en cualquier otro año”.
La firmeza de fairways y green era la principal defensa de Merion, un campo que fue estirado de 6.500 a 6.996 yardas, pero sigue siendo corto. Desde 2004 el Abierto estadounidense no se juega en una cancha de menos de 7 mil yardas.
Dinia Vargas
dvargas@larepublica.net