Matosas dio minutos a toda su nómina
Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Jueves 28 marzo, 2019
¿Estamos en etapa de destruir o de construir?
¿Valdrá la pena despedazar a la Selección Nacional por sus tres presentaciones grises ante Estados Unidos, Guatemala y Jamaica?
Partidos amistosos intrascendentes, que no definen nada, atravesados en medio de temporadas calientes como es nuestro Clausura actual y en un calendario internacional que le señala a Costa Rica como primer compromiso oficial, una Copa de Oro a la que le faltan poco menos de tres meses para el arranque.
Escribimos recientemente que equipos modestos, como Grecia y Guadalupe, de nuestro campeonato probablemente hubieran derrotado a Guatemala; algo que no hizo la Selección Nacional.
De acuerdo, pero estamos citando a equipos, a conjuntos bien armados por sus respectivos entrenadores y no a esa ensalada que convoca Gustavo Matosas con legionarios, sin legionarios, con estos y sin aquellos.
Pienso firmemente que ningún equipo en el mundo tiene la obligación de derrotar al otro. En ese sentido, Costa Rica no tenía la obligación de vencer a Guatemala, aunque debió hacerlo por los entornos actuales de las dos formaciones. No hay excusas para la derrota y mucho menos para ofrecer aplausos por la paupérrima victoria lograda ante Jamaica.
Sin embargo, deseo entresacar cosas positivas y me agrada la honestidad del señor Matosas. Cómo de verdad le dio minutos a toda su nómina, con excepción de los porteros suplentes.
Cómo le entrega un juego completo a Myron George y les dice indirectamente a Ian Smith, Juan Pablo Vargas y Ronaldo Araya que vuelvan al campo a ganarse el puesto. Cómo aplaudió y estimuló al joven José Mora cuando lo vio perseguir muchos metros a un rival con el que había perdido un balón hasta que lo atrapó.
No ha jugado bien la Tricolor; acusa los males reiterativos de nuestro fútbol, esa falta de intensidad que carcome, ese juego horizontal que nos limita, esa ausencia de magia y fantasía en nuestros constructores.
Pero me agrada el comportamiento de don Gustavo y que conste en actas que agradar no es sinónimo de apoyar. Siento también que el charrúa no va a soltar a los líderes del grupo; respeta uniformes y trayectorias, de manera que Keylor, Pipo, Celso, Bryan estarán todos en la Copa Oro, jugando hoy unos bien, otros regular y otros mal.
Matosas los quiere y parece que los necesita, fútbol aparte y esto, aunque suene contradictorio y disparejo, también es un acto honesto.
gpandolfo@larepublica.net
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