Más allá de los 6 mil
Luis Fernado Rojas lrojas@larepublica.net | Martes 26 abril, 2011
Más allá de los 6 mil…
Gineth Soto finalizó su primera etapa de aclimatación escalando el pico Lobuche
Superando las molestias de una fuerte congestión nasal, poniendo carácter y deseo en su caminar, la alpinista costarricense Gineth Soto logró escalar hasta los 6.120 metros de altura, del pico Lobuche, donde concluyó su primera etapa de aclimatación, en su camino a la cima del Monte Everest.
“El mal clima amenazaba la expedición, me dormí rogando porque el clima cambiara y no nos echara a perder la subida”.
Pero aparte del frío, un problema de congestión nasal afectó a Gineth, y el líder de la expedición le advirtió que estuviese tranquila, que si no podía subir no era un problema.
“Le dije que yo iba a subir despacio, hasta dónde pudiera y si no podía, yo bajaba con mi sherpa.
No podía respirar, la nariz estaba completamente congestionada y sentía que me ahogaba con cada paso a esa altura”.
No obstante esas circunstancias, Gineth no se rindió. Siguió sola con Mingma, su sherpa (guía local) y pese a que dos miembros del equipo se devolvieron, Gineth se enfocó mentalmente en el paso a paso y lo logró.
“Después de tres horas paré para tomar agua, entonces salió el sol del amanecer; por el lado izquierdo vi la cuesta que me esperaba, súper empinada, desafiante, fácilmente tres horas más de camino, pero por el otro lado, a la derecha, quedó al descubierto mi motivación. El monte Everest se despejó por primera vez y estaba bellísimo, bañado por los
colores del amanecer”. Y Gineth siguió y subió, consciente de que si quiere alcanzar la cima del mundo tenía que superar eso y cosas peores, así se convirtió en la primera costarricense en alcanzar la cima del pico Lobuche a 6120 metros de altura.
El pasado 23 de abril Gineth iniciaba la segunda etapa de aclimatación. “Lo único que espero es que el clima cambie”, expresó Soto, quien agregó que se siente animada por los bellos mensajes que le mandan por Facebook. “Esta cima no sería igual si no los tuviera a todos ustedes para compartirla a mi regreso”.
Luis Rojas
lrojas@larepublica.net
Gineth Soto finalizó su primera etapa de aclimatación escalando el pico Lobuche
Superando las molestias de una fuerte congestión nasal, poniendo carácter y deseo en su caminar, la alpinista costarricense Gineth Soto logró escalar hasta los 6.120 metros de altura, del pico Lobuche, donde concluyó su primera etapa de aclimatación, en su camino a la cima del Monte Everest.“El mal clima amenazaba la expedición, me dormí rogando porque el clima cambiara y no nos echara a perder la subida”.
Pero aparte del frío, un problema de congestión nasal afectó a Gineth, y el líder de la expedición le advirtió que estuviese tranquila, que si no podía subir no era un problema.
“Le dije que yo iba a subir despacio, hasta dónde pudiera y si no podía, yo bajaba con mi sherpa.
No podía respirar, la nariz estaba completamente congestionada y sentía que me ahogaba con cada paso a esa altura”.
No obstante esas circunstancias, Gineth no se rindió. Siguió sola con Mingma, su sherpa (guía local) y pese a que dos miembros del equipo se devolvieron, Gineth se enfocó mentalmente en el paso a paso y lo logró.
“Después de tres horas paré para tomar agua, entonces salió el sol del amanecer; por el lado izquierdo vi la cuesta que me esperaba, súper empinada, desafiante, fácilmente tres horas más de camino, pero por el otro lado, a la derecha, quedó al descubierto mi motivación. El monte Everest se despejó por primera vez y estaba bellísimo, bañado por los
colores del amanecer”. Y Gineth siguió y subió, consciente de que si quiere alcanzar la cima del mundo tenía que superar eso y cosas peores, así se convirtió en la primera costarricense en alcanzar la cima del pico Lobuche a 6120 metros de altura.El pasado 23 de abril Gineth iniciaba la segunda etapa de aclimatación. “Lo único que espero es que el clima cambie”, expresó Soto, quien agregó que se siente animada por los bellos mensajes que le mandan por Facebook. “Esta cima no sería igual si no los tuviera a todos ustedes para compartirla a mi regreso”.
Luis Rojas
lrojas@larepublica.net