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COLUMNISTAS


Los problemas crecen mientras estamos en politiquería

Emilio Bruce ebjreproduccion@gmail.com | Viernes 08 noviembre, 2019


Sinceramente


La vida del país está sujeta a una veloz dinámica. Todos los días grandes cambios acontecen en la economía, en los asuntos sociales, en las necesidades de todos nosotros los costarricenses. Mientras esta arrolladora dinámica se desarrolla, quienes están llamados a enfrentar los problemas nacionales hacen politiquería en términos generales y desarrollan sus ocurrencias como si fueran la solución final a las apremiantes dificultades nacionales. Los grandes problemas son dejados de lado y las propuestas y soluciones no se abordan con el espíritu de urgencia que se requiere.

El sistema bancario del estado ha comprado junto a la CCSS miles de millones en bonos del Gobierno en moneda local. Estas compras de papel o bonos de gobierno son considerados por la CCSS y por los bancos públicos como de cero riesgo. ¿Habrán considerado una moratoria? ¿Habrán calculado el impacto en el valor de esas inversiones de una devaluación seria?

El problema fiscal de nuestro país es de proporciones muy serias y sin embargo la deuda interna es comprada y sus títulos conservados como si su seguridad fuera de primer orden en el país. ¿Son seguros los bonos que compran los bancos al gobierno de la República de Costa Rica? Un trabonazo del flujo de caja del Gobierno, una devaluación, una variación en la tasa de interés en el mercado internacional y comenzarán a venderse con descuentos que no alcanzamos a calcular ahora. Las calificadoras de riesgo denotan que el riesgo país aumenta, pero tal riesgo no es solo externo, también lo es para los mercados financieros locales.

Ser banquero no es tarea sencilla. Ser banquero requiere de experiencia, estudio, capacidad e integridad. Da la impresión que no son abundantes estas destrezas y cualidades en los titulares en nuestra banca pública. Parece que existe improvisación en directivas y en directrices. Personas presuntamente sin conocimiento ni criterio son influenciables por los administradores de los bancos y no pueden pararles las decisiones mal encaminadas ni potenciar las decisiones estelares. ¿Será que allí llegan algunos directores para hacer negocios? ¿Si no es por capacidad, experiencia e integridad, cuales destrezas serán las que se utilizan a la hora de designar los directores bancarios?

Veamos el margen de intermediación financiera. Ahora que van a fijar los intereses de las tarjetas de crédito bien valdría la pena estudiar y forzar la baja de la diferencia entre los intereses a los que reciben los bancos públicos los ahorros de los costarricenses y los intereses a los que prestan esos ahorros a los costarricenses. ¿Por qué es tan grande ese margen de intermediación? ¿Por qué resulta abultado si se le compara con los promedios internacionales? La respuesta es una: ineficiencia, exceso de gasto interno y malas decisiones de crédito que aparejan costos crecidos. O bien ambición desmedida de ganar más de lo que los banqueros extranjeros ganan. Un margen de intermediación financiera de ese calibre resulta en un pavoroso costo para quienes contraen préstamos con la banca pública costarricense. La banca privada sigue con alegría esta práctica de la pública porque así gana más, mucho más. No hay competencia. Pareciera que hay un “cartel” bancario a la hora de fijar los márgenes de intermediación financiera. ¿Será esto solo una impresión?

Veamos otro ejemplo de los problemas de nuestra banca pública. La compraventa de moneda extrajera, principalmente del dólar, ocurre casi todos los días en el mercado. Los bancos incluso publican el tipo al que compran y el tipo de cambio al que venden. Más o menos la diferencia entre el precio al que compran el dólar a los costarricenses y el tipo de cambio al que venden esa moneda extrajera a los compradores fluctúa, pero es de unos 12 o 13 colones. Esa diferencia es impresionante ya que en los mercados de moneda extrajera de otros países la diferencia es menos de la mitad de la que cobran los bancos del estado. Este margen de intermediación cambiaria encarece la importación lo que disminuye el poder adquisitivo de los costarricenses. Al mismo tiempo reduce el ingreso de los exportadores quienes han visto el tipo de cambio hacia la baja en la última década, pero los costos internos de Costa Rica crecer en cerca de un 36%.

Todos los servicios ahora son onerosos, todas las operaciones desde una transferencia tienen precio al usuario. ¿Quién irá a resolver un problema de esta envergadura, o ni cuenta se habían dado quienes deberían conocer las cosas y resolverlas en beneficio de los costarricenses?

La banca debe de analizarse de manera detenida y positivamente crítica. Estamos a tiempo. Debemos tener una banca pública, moderna y fuerte dentro de nuestro sistema de banca mixta. La dependencia política de la banca pública respecto de las decisiones de Casa Presidencia debe de acabar. O es independiente o no lo es, pero no debe mantenerse la ficción de independencia si esta no existe. Clara fue la intervención directa del Presidente anterior en asuntos del Banco de Costa Rica y más claro aún el oxígeno financiero que el Banco Nacional le diera a Bancrédito para mantenerlo vivo hasta las elecciones pasadas.

Ha sido en extremo serio el aparente conflicto de intereses de quienes han pasado por las directivas bancarias, han estado en el Banco Central y vuelto a las directivas bancarias. Presuntos conflictos de interés directos con reguladores y el financiamiento de sus operaciones por los regulados es algo que no deja de asombrarnos a todos.

La combinación de pública y privada debe de potenciar la competencia y estimular el mejor servicio y bajar los costos a los usuarios. La legitimación de capitales debe de combatirse y los mejores instrumentos deben de ser usados para que los que lavan dinero, los que legitiman capitales sean menos capaces de hacerlo y su costo sea cada vez más alto.

La banca pública es por su tamaño y por su función de trascendental importancia. Es hora de hacer un análisis de sus falencias y vicios para actualizarla y fortalecerla en beneficio de los costarricenses.

Emilio R Bruce

Profesor


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